Pronto llegaremos al final de la carrera por la vacuna más efectiva contra el coronavirus de Wuhan. Las vacunas de Pfizer, Moderna y Oxford son las más desarrolladas para ser aprobadas ante la FDA. A pesar de que sus resultados preliminares son parecidos en sus Fases III. Existen diferencias notorias entre ellas. Descubrimos las fortalezas y debilidades de cada una. ¡Conócelas!
El Político
Además de conocer sus semejanzas, que incluye su composición. A muchos le preocupan la distribución de estas vacunas en el mundo.
Tanto el coronavirus de Wuhan como el desarrollo de la vacuna parecen narraciones de ficción. Algo que ha llamado poderosamente la atención es la velocidad de realización de la vacuna.
Por primera vez en la historia de la humanidad, la ciencia desarrolló vacunas -supuestamente eficaces- en tiempo récord.
Estas tres vacunas para prevenir el SARS-CoV-2 y poner fin a la pandemia son la prueba de los grandes avances científicos en el ámbito de la salud.
Algo que tienen en común los tres fármacos es que ya presentaron los datos preliminares de sus etapas avanzadas.
Al compararse todas tienen niveles de eficacia similares. Las principales diferencias son en cuanto a cuanto a precio y logística de distribución, reportó Infobae.
Las más parecidas en cuanto a composición: Pfizer y Moderna
Las vacunas de los laboratorios estadounidenses Pfizer y Moderna son muy parecidas.
Además ambas son realizadas por tecnologías que no se habían utilizado hasta ahora. Este aspecto hace que no exista precedentes sobre cómo será la reacción a ellas.
Las vacunas de Pfizer y Moderna están compuestas a partir de ácidos ribonucleicos mensajeros (ARNm). Esto es una técnica con la que se pueden inyectar en el cuerpo las instrucciones o moléculas que inducen a las células a producir unas determinadas proteínas.
En este caso, estos ARNm se utilizan para producir la proteína S (Spike) del SARS-CoV-2, la llave que el coronavirus necesita para entrar en la célula.
Tanto la mRNA-1273 (Moderna) como la BNT162b2 (Pfizer junto con la alemana BioNTech) mostraron efectividad con dos dosis.
La británica, denominada ChAdOx1, usa sin embargo otra técnica, un virus vector, que es una versión atenuada de un adenovirus de chimpancé –resfriado común– que fue genéticamente modificado para impedir su replicación en humanos. También el virus se transformó para que exprese la proteína Spike del SARS-CoV-2.
AstraZeneca y Oxford no saben por qué la efectividad subió al 90%
Un dato curioso sobre la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford es que no saben por qué la efectividad de la vacuna subió al 90% en un grupo de voluntarios a los que se dio media dosis inicial seguida de una dosis completa.
Quienes trabajan en el desarrollo creen que puede deberse a que una dosis más baja de entrada, “prepara mejor” al sistema inmunológico de cara a una siguiente dosis entera.
Aunque los científicos aún no saben si la diferencia radica en la calidad o en la cantidad de la respuesta.
Aunque la eficacia de la candidata británica es aparentemente menor –a la espera de la explicación que sustenta ese 90%–, “es difícil compararla con las vacunas de ARNm, porque esta última tecnología es muy nueva y no hay precedentes de su potencia real”, explicó a la agencia de noticias Efe la viróloga española del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) Isabel Sola, también inmersa en el desarrollo de una vacuna.
No obstante, apuntó que “al no ser tan nueva la tecnología, la producción a gran escala de la de Oxford está más establecida”.
¿Cuál fue la primera que se presentó ante la FDA?
La vacuna de Pfizer fue la primera candidata que se presentó –el pasado 20 de noviembre– a la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) para pedir la autorización de uso de emergencia.
¿Cuál es el costo por unidad?
Si se tiene en cuenta que lo que se pretende es que la mayoría de la población mundial sea vacunada contra el COVID-19. El valor de la dosis es una cualidad esencial para que el medicamento sea accesible a mayor cantidad de personas.
En este punto, las diferencias son grandes. La vacuna de la Universidad de Oxford y AstraZeneca costará unos tres euros (3,5 dólares) por dosis.
La vacuna de la empresa estadounidense Pfizer y la biotecnológica alemana BioNTech, tiene un costo de 16 euros (18,9 dólares) por dosis.
Mientras, la vacuna de la estadounidense Moderna y los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU alcanzaría los 20 a 30 euros (entre 23,6 y 35,4 dólares) la unidad.
AstraZeneca y Oxford: Resultados dispares 90% y 62%
Los resultados provisionales de la fase III, basados en 131 casos, se publicaron a través de un comunicado de prensa (23 de noviembre) y sugieren que la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford podría tener hasta un 90% de efectividad cuando se administra media dosis, seguida de una dosis completa un mes después.
Sin embargo, cuando se administran dos dosis completas con un mes de diferencia, la eficacia cae al 62%.
Sarah Gilbert, que dirige el equipo de vacunas de la Universidad de Oxford, declaró que el régimen de media dosis puede ser más eficaz porque “imita mejor” una infección real. Sin embargo, todavía están investigando este efecto, informó
Moderna efectividad del 94,5%
La vacuna mRNA-1273, desarrollada por la empresa biotecnológica estadounidense Moderna en asociación con los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (NIH), tiene una efectividad del 94,5% según los hallazgos provisionales de los resultados de los ensayos de Fase III basados en EEUU. El análisis se basó en 95 casos de COVID-19, de los cuales 90 (11 graves) se observaron en el grupo de placebo y cinco en el grupo de vacuna.
El ensayo reclutó a más de 30 mil participantes estadounidenses, incluidos 7.000 mayores de 65 años y 5.000 menores de 65 años con enfermedades crónicas de alto riesgo.
Pfizer y BioNTech: Efectividad 95%
La vacuna de Pfizer y BioNTech es la que ofrece la cifra de eficacia más alta. De un 95%.
En la prueba de esta vacuna participaron aproximadamente 44 mil participantes y 170 contagios entre ellos. Sólo ocho de estas personas infectadas habían recibido dos dosis de la vacuna real, según informó el laboratorio. El resto, 162 voluntarios, recibieron dos inyecciones de placebo.
Cabe destacar que la eficacia del 95% se mantiene constante en los diferentes grupos de edad, así como en todos los sexos y razas de los participantes en el ensayo.
¿Existe relación entre la temperatura de conservación y su selección?
Para muchos, uno de los elementos clavers para decidir por una de estas vacunas es su temperatura de conservación de cada producto.
Esta semana la Universidad de Oxford emitió un comunicado donde informó que su vacuna “puede administrarse fácilmente en los sistemas de salud existentes, almacenarse a temperatura del refrigerador (entre 2 ºC y 8 ºC) y distribuirse utilizando la logística existente”.
He aquí la principal diferencia entre las tres vacunas: las candidatas de sus competidores estadounidenses necesitan temperaturas bajo cero para mantener el compuesto durante varios meses. En este punto, la de Pfizer requiere para su conservación a largo plazo de una cadena de frío extrema, de entre -70 ºC y -80 ºC.
En tanto la de Moderna podría decirse que está en un término medio: su vacuna experimental permanece estable al menos seis meses a -20 ºC y aguanta 30 días en la heladera, con temperaturas de entre 2 ºC y 8 ºC.
Definitivamente todos estos factores incidirán en la elección que realicen los países.