El Papa francisco visitó el sábado por sorpresa a la poetisa hebrea de origen húngaro y sobreviviente del Holocausto Edith Bruck en su casa de Roma, informó el Vaticano.
El Político
El Sumo Pontífice no deja de sorprender por sus acciones y por su búsqueda de coincidencias entre las distintas religiones y credos.
La visita se produjo en horas de la tarde, cuando el papa se acercó a la casa de Bruck situada en el pleno centro de la capital y desató la sorpresa de la gente que paseaba en ese momento por la zona, que no dudó en aplaudirle y sacarle fotos.
El papa y la poetisa Bruck conversaron durante una hora de la experiencia de la escritora como superviviente del Holocausto.
Miedos y esperanzas
También evocaron los "miedos y esperanzas para el tiempo que vivimos, subrayando el valor de la memoria y el papel de los ancianos en su transmisión hacia los más jóvenes", explicó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
En la reunión estuvo presente el director de "L’Osservatore Romano", Andrea Monda quien la había entrevistado en enero con motivo del Día de la Memoria y el papa quedó impresionado por su testimonio, por lo que este sábado decidió conocerla.
Arrancada de la casa de sus padres
En la entrevista , Bruck describió cómo fue arrancada junto con sus padres y hermanos de la casa del pueblo rural donde vivía y cómo un hombre que no era hebreo le regaló una carreta de víveres para ayudar a los judíos perseguidos.
La solidaridad de los contrarios
La poetisa hebrea también rememoró su época de trabajo en el campo de concentración de Dachau, donde tenía que cavar trincheras.
En una ocasión un soldado alemán le lanzó su cazo (cacerola) para lavar, "pero en el fondo había dejado un poco de mermelada" para ella
En otro episodio una cocinera alemana le dejó un peine para que se colocara su pelo recién crecido, momentos después de darse cuenta de que se llamaba como su hija, contó Vatican News.
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