En 2019 la economía latinoamericana apenas avanzó un 0,1%. Esta cifra es un preludio de la agudización de los principales indicadores con los efectos de la pandemia. Las consecuencias reales se conocerán más adelante, pero son una evidencia de aspectos que son necesarios corregir.
Estos datos se desprenden del Anuario Estadístico de la región publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). En este estudio se toman en cuenta las cifras de 47 países y se dividen las cifras en indicadores demográficos y sociales, comercio internacional y medio ambiente.
Si bien en 2019 la economía latinoamericana no cayó, tampoco pudo revertir la tendencia a la baja que arrastra desde 2011. Este panorama genera presión en variables clabes como la pobreza, el desempleo y la distribución del ingreso; a esto se suma el entorno de tensión causado por las proyecciones de población para los próximos años, destaca una nota publicada por el diario El Tiempo.
En 2020 la población latinoamericana y del Caribe llegó a 654 millones de habitantes; la tasa de crecimiento anual fue de 0,8% y la población urbana de 81,2%. Estas cifras ratifican la tendencia al alza de la pobreza y la pobreza extrema, visibles antes de la pandemia.
En 2019 la pobreza de América Latina se ubicó en 30,5% (187 millones de personas), y la pobreza extrema fue de 11,3% (70 millones de habitantes). Estos datos representan un aumento de 1,7 y 0,9 puntos, respectivamente, frente a 2018.
Desigualdad regional
Tomando en cuenta el coeficiente Gini, que mide el grado de desigualdad, Colombia, Venezuela, Panamá y Guatemala se ubicaron en los peores lugares. Estos países tuvieron indicadores Gini entre 0,500 y 0,538 en 2019.
Argentina, Paraguay y Venezuela fueron ese año los países con mayor igualdad en la distribución de riqueza, pero en el caso del último país los datos pertenecen a 2014.
Destaca que esas desigualdades no han registrado cambios importantes. Entre los renglones más ricos y pobres la diferencia es considerable. En el decil más alto la participación en los ingresos totales es de 35,6% mientras que en el más bajo no llega a 2%.
El mercado laboral también sufre las consecuencias de la desigualdad. Más de la mitad de los ocupados urbanos realiza labores de baja productividad y calificación; mientras que la participación activa de las mujeres fue casi 27 puntos por debajo de la de hombres.
Los datos de la Cepal revelan que en Latinoamérica menos del 10% de los hombres de entre 15 a 24 años no asiste a un centro educativo ni trabaja; en tanto que en las mujeresla cifra supera el 25%, principalmente por dedicarse a labores domésticas y de cuidado no remuneradas.
Otros indicadores
El bajo crecimiento de la economía latinoamericana en 2019 generó también una caída del ingreso por habitante, que se ubicó en 8.361 dólares. Las estimaciones de la Cepal asoman una caída de 7,7% en el PIB regional para 2020, producto de la pandemia.
En cuanto a intercambio comercial, las exportaciones intrarregionales en 2019 representaron 12,6% de las exportaciones totales. Las importaciones, por su parte, representaron 13,5% del total.
Con relación a Venezuela, destacan las inciertas y preocupantes cifras de desabastecimiento e inflación. Este último indicador habría avanzado 7,2% en la región durante 2020. Pero si se suma a Venezuela, la cifra asciende a 430,6%. Entre tanto, el año pasado, la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe retrocedió un 20% y llegó al 2,2% del PIB, al tiempo que la deuda externa llegó a 2,16 billones de dólares, equivalente al 41% del PIB.
Medio ambiente
La superficie boscosa de la región ha diminuido en los últimos 30 años. De acuerdo con la Cepal, la proporción de cobertura boscosa regional cayó de 53% a 46% entre 1990 y 2020. Esto implica la desaparición de 138 millones de hectáreas; el año pasado el área de bosques era de 932 millones de hectáreas, un poco más de la superficie de Perú.
La tendencia a la caída del área de bosques viene dada por la disminución en grandes países boscosos, entre ellos Brasil. Este país alberga 53,5% de los bosques de la refión y en los últimos años ha perdido 92,3 millones de hectáreas.
A estas cifras se suma que entre 2014 y 2021 casi 62 millones de personas se vieron afectadas por eventos extremos y desastres. Esta cantidad está muy por encima de las 19,8 millones de personas impactadas por estas causas entre 2007 y 2013.
Como datos positivos de 2019 destacan el 23,62% de áreas marinas protegidas con respecto del total, cifra que no solo es la más alta desde el año 2000, sino que superó la meta para 2020, fijada en 10%. Asimismo, con cifras de 2018, en América Latina y el Caribe la oferta de energía renovable es el 28,4% de la energía primaria total, en tanto que el consumo de energía llegó a 1’305.830 gigavatios hora al corte del mismo año.