La tragedia que vive Venezuela no tiene límites. A la crisis humanitaria que ya tiene años se suma la pandemia del coronavirus de Wuhan y una dictadura que aún no diseña un plan de vacunación para los ciudadanos. Algunos expertos creen que esto se debe a que quiere usar las vacunas como un arma política.
El Político
En Venezuela la mutación brasileña está haciendo estragos en la población, mientras el régimen ssigue maquillando cifras.
Los centros de salud están desabastecidos han fallecido más de 460 personas del sector salud por trabajar en condiciones infrahumanas e insalubres.
También murieron 24 sacerdotes y hay 204 contagiados. Mientras el régimen afirma que sólo han fallecidos 1.965 ciudadanos en Venezuela.
¿Por qué en Venezuela todavía no hay plan de vacunación?
La dictadura chavista no permitió la llegada de las vacunas del mecanismo COVAX negociada por la oposición.
También impidió el Plan de vacunación del sector empresarial, Fedecámaras. Este fue el único sector que trató de ayudar a los venezolanos infectados por el COVID-19 con un plan de vacunación realizados por expertos y adaptado al entorno.
Llegaron las vacunas pero… Sólo para la cúpula y algunos de sus partidarios
En febrero el régimen anunció la llegada de lotes de la vacunas rusa Sputnik V y china, pero sin plan de vacunación para la población.
Dos meses después, seleccionan a unos pocos para inyectarlos contra el COVID-19 por la tenencia de una tarjeta de identidad partidista (Carnet de la Patria).
Siguen las colas pero..para enterrar a los fallecidos por COVID
Diversos medios internacionales han registrado que en Venezuela siguen las colas, pero ahora no solo para la gasolina sino para enterrar a los fallecidos por COVID-19 y por la falta de atención del régimen.
El portal de noticias alemán DW conversó con el familiar de una de las víctimas del COVID-19 en Caracas.
"Quienes llegan con sus muertos al cementerio del Este de Caracas deben esperar que pasen hasta 130 entierros o más para poder darle sepultura a los suyos que, como la mayoría de los fallecidos en fila, han muerto de COVID-19”.
Agregó: hablo de forma anónima porque "no quiero ser perseguida por las autoridades por el mero hecho de decir que mi padre murió por el contagio con el coronavirus”.
Las cifras falsas de Delcy Eloina
La noche de ese día, la vicepresidenta del régimen, Delcy Rodríguez, aseguró que solo hubo en Venezuela "17 muertes por complicaciones de salud relacionadas con el virus SARS-COV-2”, indicó DW.
Este es solo un ejemplo de la alta vulnerabilidad en que se encuentran los venezolanos de a pie, que no pueden confiar en muchas de las cifras oficiales ni en los planes de vacunación del gobierno.
La cédula venezolana es el único documento de identidad que debe ser usado para la vacunación, NO el carnet de la patria. Exigimos un plan de vacunación sin discriminación, transparente e igualitario. El derecho a la salud y vida es para todos los venezolanos #VacunasParaTodos pic.twitter.com/ms40NSimOj
— PROVEA (@_Provea) April 18, 2021
Justo en los últimos días, miembros del personal médico y ciudadanos han salido a las calles a pedirle al Gobierno de Nicolás Maduro por lo menos "transparencia” en la administración de las vacunas.
El problema es tan grave que la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) dijo que "la llegada de vacunas no puede supeditarse a negociaciones, ni conveniencias e intereses políticos. Es la vida de millones de venezolanos lo que está en juego”, como lo reseña vaticannews. En resumen, la mayor autoridad eclesiástica en Venezuela le pide "no discriminar entre chavistas y no chavistas”.
La manipulación como principal estrategia
"Tras un año del inicio de la pandemia, en Venezuela no tenemos aún un conocimiento real de su evolución.
La estrategia gubernamental ha sido la de manipular las cifras por la vía del subregistro. Las cifras oficiales no corresponden a la realidad, según estimaciones de organizaciones nacionales e internacionales”, dice a DW Carlos Walter, exministro de Salud de Venezuela y presidente del Centro de Estudios de Desarrollo.
Al profesor Walter le preocupa que "el sistema de salud en Venezuela está desbordado, y no solo el público sino también el privado”.
No permitamos que normalicen la falta de vacunas y la vacunación sólo para poderosos, y no como una prioridad para la vida.
Los venezolanos tienen derecho a recibir vacunas contra el COVID-19. La salud de millones está en riesgo. #VacunasYaParaTodos pic.twitter.com/cIFHZHHjVq
— PROVEA (@_Provea) April 19, 2021
Según la OMS, hasta el 19 de abril de 2021, Venezuela, un país con unos 30 millones de habitantes, ha reportado 181.903 contagios y 1.888 muertes. El médico Carlos Walter, también miembro de la Alianza Venezolana por la Salud, indica que "si solo se atienden los casos más graves es evidente que el total de casos en Venezuela sería hasta 8 veces mayor de lo que reconocen las cifras oficiales, porque el Gobierno ni siquiera dice cuántas pruebas hace diariamente”.
"Hoy a los venezolanos nos violan de manera reiterada el derecho humano a la calidad de vida, el derecho a la salud. El responsable es el Estado venezolano"
Personal de salud exige mejores condicioneshttps://t.co/outxJvXDa0https://t.co/outxJvXDa0https://t.co/outxJvXDa0 pic.twitter.com/woCKVKKbcU
— PROVEA (@_Provea) April 19, 2021
La Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución de Venezuela (PCDC) y el Grupo Pensamiento Crítico (GPC) hacen un llamado público al regimen:
"Exigimos transparencia en la información epidemiológica y la publicación de boletines, en particular los relacionados con la pandemia”, resume su petición a DW.
Oscar Feo Istúriz, uno de los firmantes, exconsultor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y especialista en Salud Pública de la Universidad Central de Venezuela, manifestó: "En el manejo de las vacunas, este Gobierno ha sido tremendamente irresponsable e ignorante. Ha habido una total falta de previsión”,
Feo agregó: Nadie conoce la verdad: "Nicolás Maduro dijo haber pagado a los rusos 200 millones de dólares por 10 millones de vacunas, pero solo han llegado 300 mil”.
Por todo esto, se puede concluir que el régimen chavista usa la vacuna como arma política.