Las agencias federales han puesto en marcha una estrategia para recopilar y analizar datos sobre publicaciones en redes sociales que supuestamente amenazan la seguridad pública, según han informado funcionarios federales.
El Político
El objetivo es construir un sistema de avisos para detectar el tipo de publicaciones como las que precedieron el ataque al Capitolio del pasado 6 de enero, que se pasaron por alto o fueron ignoradas por las agencias de inteligencia y las fuerzas del orden.
La atención no se centrará en la identidad de los usuarios, sino en la recopilación de posibles amenazas basadas en narrativas y quejas emergentes, reportó USA Today.
Hasta ahora, el DHS se está sirviendo de personas y no algoritmos informáticos para dar sentido a los datos, según las mismas fuentes.
Agencias federales con atención
"No estamos mirando quiénes publican los carteles individuales", explicó un alto funcionario involucrado en la iniciativa, "estamos analizando qué narrativas resuenan y se difunden a través de las plataformas. A partir de ahí, es posible que se pueda determinar cuáles son los objetivos potenciales para proteger".
Los funcionarios no describieron qué criterios o métodos utilizarían los analistas para examinar los datos. El DHS ha estado consultando con empresas de redes sociales, compañías privadas y grupos sin fines de lucro que analizan datos de redes sociales de código abierto.
"El extremismo violento doméstico representa la amenaza más letal y persistente relacionada con el terrorismo para nuestra patria", afirmó Sarah Peck, portavoz del DHS, y agregó que todos los esfuerzos del organismo contra la amenaza "se llevan a cabo en estrecha coordinación con nuestra privacidad, derechos civiles y expertos en libertades civiles y acordes con la ley".
Agencias federales y varios análisis
Los agentes del orden y los analistas de inteligencia tienen el derecho legal de examinar, sin orden judicial, lo que la gente dice abiertamente en Twitter, Facebook y otros foros públicos de redes sociales, del mismo modo que pueden obtener información de la lectura de periódicos.
Pero los grupos de libertades civiles generalmente se oponen al monitoreo gubernamental de las redes sociales, argumentando que no produce mucha información y corre el riesgo de enfriar la libertad de expresión.
"Las revisiones internas del Gobierno han planteado repetidamente preocupaciones sobre la utilidad de una amplia recopilación de información de las redes sociales; pero las agencias siguen avanzando, asumiendo erróneamente que sus beneficios deben superar sus costes", opinó Hugh Handeyside; abogado de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles en Washington.
"La gente dice cosas incendiarias en las redes sociales, pero como cuestión empírica; ese discurso no es un predictor válido o confiable de conducta violenta", agregó.
Analizar las redes sociales
Los funcionarios del DHS dicen que el caso del contraterrorismo para analizar las redes sociales es sólido; y que creen que estas plataformas pueden ser un predictor útil de amenazas.
Otros expertos están de acuerdo. Las preocupaciones sobre la intromisión del Gobierno en la libertad de expresión son legítimas; según Oren Segal, vicepresidente del Centro para el Extremismo de la Liga Antidifamación, pero el Gobierno federal difícilmente puede ignorar el principal vector de comunicación extremista en Estados Unidos.
"Las narrativas que animan a la gente a la acción están en línea", afirmó, "es por eso que la insurrección era predecible; desde nuestro punto de vista, porque la planificación y la organización estaban ocurriendo en un lugar sencillo. No es un tema fácil, pero una cosa en la que todos estamos de acuerdo es que para lograr frenar antes la próxima amenaza; es necesario ir a los espacios en los que están presentes los extremistas".
Muchas publicaciones en las redes sociales se realizan de forma anónima y, en algunos casos, se requeriría una orden judicial; firmada por los jueces para que el Gobierno obtenga registros que revelen la identidad de la persona que ha hecho la publicación.