El debate caliente de una dividida guerrilla colombiana se extiende a América, con su baño de sangre, guerra y narcotráfico. Comprender el conflicto armado colombiano, con más de sesenta años de lucha es difícil.
El Político
Mucho más complicado es tratar de entender cómo esas coordenadas afectan al gobierno de Nicolás Maduro, cada día más aislado y enredado.
Al enfrentamiento entre el Epl y el Eln hay que sumar la aparición de las disidencias del frente 33 de las Farc. Autodenominadas, Frente Catatumbo Farc-EP, que tienen presencia en los municipios fronterizos con Venezuela.
El Frente Décimo Martín Villa (fracción disidente de las FARC) mantiene secuestrado a 8 militares venezolanos desde el pasado 23 de abril. En estos momentos, dicho frente negocia con la Cruz Roja Internacional la entrega de los militares.
Otros pequeños grupos resultan especialmente violentos y cobaten entre ellos.
El "debate caliente" incluye drogas y negocios
Los "pelusos" disidentes de las FARC y los guerrilleros del EPL se disputan territorios. Según las autoridades civiles, los enfrentamientos entre estas facciones se deben a un conflicto por el control de las rutas de la droga e incluso por las tierras para su cultivo.
Desde el 18 de marzo, los grupos armados se disputan en Nariño más de 36.000 hectáreas de hoja de coca, lo cual causa desplazamientos y enfrentamientos en la zona.
Los cultivos ilícitos, la aspersión de glifosato,las voladuras de oleoductos, la minería ilegal, y la extracción de minerales, son componentes del negocio en esta guerra compleja.
Negociar o combatir son las opciones
Este 7 de febrero, El Tiempo reveló el contenido de una carta presuntamente enviada por los comandantes del ELN en La Habana a los mandos que se encuentran en Colombia y Venezuela.
Según este diario, el documento deja en evidencia la crisis del ELN y sus divisiones frente a la salida negociada, como también frente al narcotráfico.
El "debate caliente" con Venezuela
La relación con Venezuela se encuentra en su peor momento. Allí han encontrado refugio el ELN y disidencias de las FARC. Mientras tanto, el gobierno colombiano promueve una cruzada internacional para acabar el régimen de Maduro calificándolo de “narcodictadura”.
En el plano interno, el gobierno condicionó la reanudación de las conversaciones, al abandono de cualquier actividad delictiva, incluido el secuestro.
Las divisiones dentro del ELN
De hecho, el "debate caliente" acompaña al ELN desde su creación. Siempre ha habido fricción entre una línea política y otra de corte más militar, lo que incide en diversas posturas sobre las condiciones para dialogar con el Estado.
A lo largo de su historia, varios líderes y frentes han expresado sus diferencias y sentando su voz frente a la paz:
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Bajo el gobierno Uribe, el Frente de Guerra Oriental se opuso a cualquier acercamiento y Francisco Galán fue relevado de su cargo por condenar la lucha armada.
Bajo el gobierno Santos, mientras sucedían los diálogos de Quito y La Habana, el Frente de Guerra Occidental utilizó el secuestro y la retención del político chocoano Odín Sánchez para mejorar su posición dentro del ELN.
El 17 de enero de 2019, bajo el gobierno Duque, el Frente Oriental hizo explotar un carro bomba en la Escuela de la Policía Francisco de Paula Santander. Sin consultarlo. con el Comando Central (COCE), con el fin de romper la mesa de negociación.
Así son los fuertes enfrentamientos entre disidencias de las FARC y miembros del ELN – Bing video
El "debate caliente" permite superar la contradicciones internas
El ELN vive en constante deliberación —lo que sus miembros llaman el “debate en caliente”—, que recurre al discurso y además a las acciones armadas para sentar posiciones y ganar espacio dentro de la organización.
La resistencia armada como prioridad
El ELN ha tenido que encontrar un balance entre el ala más inclinada al diálogo y la que insiste en la vía armada.
Subsistir como organización a través de la “resistencia armada” es un proyecto en el cual coinciden y que los ha mantenido unidos durante los últimos quince años. Pero también, hay un acuerdo interno en el sentido de explorar la solución negociada como una forma de ampliar sus espacios políticos.
Estos datos son suministrados por los investigadores Juan Carlos Garzón, Andrés Aponte, Tatiana Prada y Lorena Zárate, especializados en dinámicas de conflictos armados y negociaciones de Paz.
Desconfianza y oposición a Duque
"El gobierno de Duque encontró una mesa de negociación empantanada y marcada por la mutua desconfianza, que acabó de desplomarse con el atentado del ELN en la Escuela de Cadetes" . Señala el equipo investigador.
En todo caso, Duque fue elegido bajo una agenda de endurecimiento frente a la paz y el discurso contra del “castrochavismo”, lo cual hacía difícil continuar el proceso con el ELN.
El gobierno colombiano ha presionado a Cuba para que extradite a los miembros del COCE y —en tiempos de Trump— pujó para que la isla entrara al listado de países que apoyan el terrorismo.
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Algo similar ocurre con las FARC
Hay dos caras con las que la antigua FARC mira la política colombiana. Iván Márquez encabezó la delegación de las FARC que negoció, hace tres años, el acuerdo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos.
Un acuerdo que no prosperó. Tanto por parte del gobierno de Iván Duque como del grupo de las FARC existe una enorme fractura. Al parecer, imposible de enmendar con el actual gobierno colombiano.
10 septiembre, 2019
“Anunciamos al mundo que ha comenzado la segunda Marquetalia, bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de levantarse en armas contra la opresión”. Dijo hace casi tres años, quien fue el segundo al mando de las FARC, Iván Márquez.
La alusión a Marquetalia recuerda la localidad de Tolima, entre Bogotá y Medellín, donde hace poco más de 50 años Manuel Marulanda y Jacobo Arenas fundaron las FARC.
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Armas a cambio de nada
La decisión anunciada por Márquez no contó con el apoyo de un sector mayoritario de la organización agrupado hoy en el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, cuya sigla es también FARC, pero que ahora optó por cambiar su nombre y llamarse Comunes.
El acuerdo de paz les aseguró diez asientos en el senado, Márquez era uno de ellos, pero nunca asumió el cargo. Finalmente, decidió abandonar el Espacio Territorial y de Reincorporación de Miravalle. Donde reunió una parte de los 13 mil antiguos guerrilleros. Para reaparecer con un grupo de militantes, en traje de fatiga, convocando a un nuevo alzamiento militar contra lo que llamó “traición de los acuerdos de paz”.
Calificó como un «desarme ingenuo de la guerrilla a cambio de nada» los acuerdos de La Habana y reiteró que no «cesa la matazón» de antiguos guerrilleros y de líderes sociales en el país.
Un saldo de muertes absurdas
En dos años, más de 500 líderes del movimiento social han sido asesinados. Suman 150 los guerrilleros muertos en medio de la indiferencia y la indolencia del Estado, afirmó.
El número uno de las FARC, Rodrigo Londoño, conocido como “Timochenko”, uno de los senadores asignados a la agrupación, calificó de “equivocación delirante” la decisión de Márquez.
Un viejo anhelo del pueblo
En estos enfrentamientos, los pobres, los campesinos, los productores agropecuarios son los más afectados, al quedar en medio de las contiendas, donde también participa el ejército.
«Los Acuerdos de Paz encarnan la culminación del viejo anhelo del pueblo colombiano por poner fin al conflicto armado y sembrar la esperanza de consolidar definitivamente la paz con justicia social en nuestro país», dijo Londoño.
El senador estimó que no hay una motivación política para esa decisión. Hay otra motivación, afirmó. “Yo no sé si narcotráfico o qué, pero en todo yo veo una motivación personal, individual”.
Estimó lamentable que se utilizara para volver a las armas el argumento de que no se estaban cumpliendo los acuerdos de paz. Habíamos discutido esa posibilidad en su momento internamente, señaló.
Los acuerdos son el comienzo, no la culminación
. “Cuando tomamos la decisión de firmar los acuerdos, sabíamos que la sola firma no garantizaba que se iba a cumplir todo lo que estaba en el papel. No era un punto de llegada, sino un punto de partida para iniciar una lucha mucho más compleja y difícil. En la cual, necesitábamos hacernos acompañar de amplios sectores de la sociedad colombiana e incluso de sectores de la clase dirigente”, agregó, en una entrevista a la BBC.
Violaciones al acuerdo de paz
Las violaciones a los acuerdos de paz han sido denunciadas por diversos sectores en Colombia. El partido de gobierno y el propio presidente Duque han manifestado su desacuerdo con diversas de sus disposiciones, entre ellas la jurisdicción especial para juzgar delitos cometidos en esa época.
Pero el incumplimiento del acuerdo es mucho más generalizado, aunque muchas voces rechazan justificar con eso el retorno a las armas.
Territorios militarizados
Se han militarizado intensamente los territorios mediante la activación de diferentes Fuerzas de Tarea Conjunta y desplegado las Fuerzas Unificadas de Despliegue Rápido (Fudras) recientemente en el Catatumbo, señalaron.
El “asesinato del desmovilizado y líder social Dimar Torres en Convención (Catatumbo) por tropas de la Fuerza de Tarea Vulcano el 22 de abril”. Este crimen, agregan, puso en evidencia la reiteración de “falsos positivos”, como se llama en Colombia a una práctica del ejército que se usó en tiempos del presidente Álvaro Uribe, la cual consiste en asesinar campesinos y presentarlos como guerrilleros muertos en combate.
Los falsos positivos una nefasta consecuencia
Torres, después de ser objeto de seguimiento por varios días, fue detenido y torturado. Luego los militares pretendieron desaparecer su cadáver. “Otros casos de ejecuciones extrajudiciales perpetrados por las tropas en el Bajo Cauca, Tame o Tumaco han puesto de presente la continuidad de estos delitos”, agrega el informe.
Venezuela víctima y partícipe
La iniciativa de Márquez permitió también al gobierno y a sectores académicos acusar a Venezuela de responsabilidades en este anuncio.
El medio colombiano La Silla Académica entrevistó al profesor de la Universidad del Norte e investigador del conflicto armado, Fernando Trejos, con quien Márquez y su grupo hablaron desde el Táchira o del estado Bolívar, en Venezuela, donde habrían buscado refugio.
Hay que resolver el problema venezolana
“Mientras no se resuelva la profunda crisis de Venezuela es casi imposible que podamos controlar efectivamente las disidencias y los grupos rearmados que operan en la frontera”, afirmó Trejos, una tesis que ha defendido también el gobierno de Colombia.
Un balance negativo
El conflicto armado interno colombiano ha generado miles de muertos, lisiados, secuestrados, desaparecidos y afectados por diferentes acciones violentas, crisis de desplazamiento forzado. Colombia es clasificado como uno de los países más violentos del mundo y uno de los más afectados por el narcotráfico.
Desde 1960 se han registrado innumerables combates, asaltos, tomas guerrilleras e incursiones armadas, desapariciones forzadas, masacres, desplazamiento forzado masivo, terrorismo, secuestros de civiles, militares y políticos, torturas, falsos positivos y minas antipersona, violencia sexual entre otros hechos violentos.
¿Cifras infladas?
Algunos presidentes en Colombia han usado como estrategia inflar o exagerar de manera desmedida la información sobre el conflicto y el narcotráfico, para justificar el aumento del presupuesto de defensa, ayuda de otros países (Plan Colombia), nuevos impuestos (como el impuesto al patrimonio por Álvaro Uribe) y/o diversas reformas tributarias.