Trump se fue, pero el trumpismo quedó y está haciendo todo lo posible para volver. Los seguidores del ex presidente estadounidense dominan a los Republicanos (GOP) e intentan revertir algunas de las reglas electorales que, dicen, favorecieron a los demócratas en las últimas elecciones.
El Político
Y ya están pensando en los comicios legislativos de medio término del próximo año como plataforma para minar a la Administración de Joe Biden.
Se presentaron 389 proyectos de ley en los congresos estatales de todo el país para restringir el voto de las minorías. Los trumpistas están convencidos de que fueron expulsados de la Casa Blanca por un fraude masivo, reportó Infobae.
Y basados en esa premisa, buscan revertir las leyes que facilitaron el voto por correo y la participación de negros e hispanos en estados históricamente republicanos.
Republicanos con debates
El último embate ocurrió en Texas donde estuvo a punto de aprobarse la llamada ley SB7. Después de 11 horas de debate, el domingo por la noche todos los demócratas e independientes se levantaron de sus asientos y se fueron del recinto.
Era la única manera de detener el proyecto que, de aprobarse, habría convertido en un delito de cárcel el hecho de que un funcionario público solicitara o enviara solicitudes de voto por correo.
También restringía el uso de buzones para depositar el voto anticipado, prohibía el sufragio fuera del horario establecido (en algunos distritos las urnas estuvieron abiertas las 24 horas) así como el voto desde el coche y facilitaba el proceso para anular unas elecciones, entre otras medidas.
Republicanos buscan leyes restrictivas
Desde que Biden ganara las elecciones, se aprobaron, propusieron o se debatieron leyes restrictivas para “devolver la confianza en el sistema electoral” en 43 estados, según el recuento del Brennan Center for Justice.
La mayoría de ellas buscan restringir el voto anticipado y el voto ausente, modalidades que, en plena pandemia; utilizaron más de la mitad de los estadounidenses que acudieron a las urnas el pasado 3 de noviembre, principalmente los demócratas.
Pero hay también iniciativas para endurecer los requisitos para identificarse en los colegios electorales el día de las elecciones; un trámite más complicado de lo que podría parecer en un país donde no existe el DNI y donde menos de la mitad de la población cuenta con un pasaporte en regla.
Nueva Ley en Georgia
La ley aprobada impone, como en otros estados, nuevos requisitos para votar por correo, reduce el número de urnas para depositar el voto anticipado; prohíbe el uso de colegios electorales móviles y deja en manos del congreso estatal la autoridad de certificar o no el resultado.
El punto que más indignación despertó en las organizaciones que luchan por los derechos civiles; es la cláusula que convierte en un delito dar agua o comida a los que esperan mucho tiempo en las colas para votar.
En noviembre, en algunas circunscripciones de mayoría negra, tuvieron que esperar hasta siete horas para poder votar; y voluntarios demócratas les alcanzaron alimentos.