El primer viaje de Biden al extranjero como presidente comienza el miércoles e incluye una reunión del Grupo de los Siete en Inglaterra.
El Político
Se trata de una cumbre de la alianza militar OTAN, una reunión con jefes de la Unión Europea y un encuentro en Ginebra con su contraparte ruso y adversario Vladimir Putin, reportó ApNews.
Para la mayoría de los aliados de Washington, Biden es un alivio. Trump a menudo sembró el caos: acusó a la OTAN de aprovecharse de Estados Unidos, insultó a la UE y abandonó una cumbre del G7 en Canadá en 2018.
Respaldo a la diplomacia internacional
En contraste, Biden ha resaltado su respaldo a la diplomacia internacional y enfatizó “el renovado compromiso de Estados Unidos con nuestros aliados y socios” en un artículo reciente en The Washington Post.
Lo cierto es que el viaje del mandatario estadounidense es de muy alto perfil.
Durante su visita participará en una cumbre del G7, una de la OTAN, otra con la Unión Europea, para finalmente encontrarse con el líder ruso.
Esta última reunión será clave y estará orientada a establecer que las relaciones entre ambos países sean más «estables y predecibles».
El mensaje clave de Biden para los encuentros es resaltar su compromiso con sus aliados transatlánticos. La relación del bloque europeo con Donald Trump estuvo marcada por la tensión.
«Mi viaje a Europa es una oportunidad para que Estados Unidos movilice a las democracias de todo el mundo«, escribió Biden.
Se quiere proyectar como un actor central en lo que describió como un enfrentamiento ideológico con las «autocracias», lideradas por China.
Desde su llegada a la Casa Blanca, Biden insiste en que Estados Unidos volvió a la mesa del multilateralismo. Y está empecinado en desempeñar un papel clave en el concierto internacional. Eso incluye temas como la lucha contra la COVID-19 y el cambio climático.
Renata Dawson, vicedirectora de asuntos internacionales del centro de estudios Chathanm House, dijo que “pienso que podemos esperar mucha retórica y muchos mensajes de buen tono en la primera visita de Biden a Europa”.
Agregó que con Biden a punto de cumplir cinco meses en la presidencia, “es hora de ser más que ‘no Donald Trump’”.
Biden ha enmendado ya asuntos con los aliados. EEUU se reintegró al acuerdo climático de París que Trump abandonó, puso fin a una guerra comercial menor con la UE sobre aviación y está apoyando los esfuerzos para revivir el acuerdo nuclear con Irán, también abandonado por el expresidente republicano.
“Estados Unidos ha regresado. Y estamos felices de que haya regresado”, le dijo a Biden el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en marzo, cuando el presidente estadounidense participó en una cumbre por video con los líderes de la UE.
Pero no todo de rosa, especialmente para el primer ministro británico, que es el anfitrión de la primera cumbre del G7 en dos años.
Johnson quiere usar la presidencia británica del G7 para inyectar un renovado propósito al grupo de países ricos —socavado por el unilateralismo de Trump y dejado al margen por la pandemia de coronavirus — y cultivar la imagen internacional de una “Gran Bretaña Global” posterior al Brexit.
Johnson quiere que Biden acepte crear un corredor transatlántico de viajes para ayudar a los negocios y el turismo a recuperarse de la pandemia Y busca un acuerdo comercial con Washington que el gobierno en Londres promueve como un logro económico tras la separación del bloque.
Pero un acuerdo comercial no es prioritario para Biden que se ha puesto al Brexit y que una vez llamó a Johnson un “clon físico y emocional” de Trump, señaló PrimerInforme
Necesidad de acción
Benjamin Haddad, del centro de estudios Atlantic Council, dice que actualmente hay cierta «decepción» por parte de los países europeos. Sin embargo, relata que también hay un ambiente constructivo.
«Se habla mucho de ‘America is back’ (Estados Unidos ha vuelto), hay una retórica positiva, pero ahora es el momento de actuar», reseñó la agencia AFP.
Hay varios temas que causan malestar. La lenta distribución de vacunas estadounidenses a otros países es uno.
Otro es la falta de reciprocidad de Washington tras la decisión de la Unión Europea (UE) de reabrir sus puertas a los viajeros estadounidenses.
El anuncio del retiro de Afganistán, sin ninguna consulta previa real, también fue mal visto. Esta situación puede explicarse por factores coyunturales relacionados con las prioridades del inicio del mandato. Pero también hay