Diez son los estados norteamericanos que, por su movilidad electoral, son los más importantes: Pensilvania, North Carolina, Virginia, Ohio, Wisconsin, Colorado, Nevada, Florida, Vermont y Iowa. Pero uno de ellos se transformará en el campo de batalla de los últimos dos meses de campaña: Florida.
Estos estados entregarán más votos electorales al candidato que lo gane. No hay que olvidar que en EEUU la elección no es directa, sino que se hace a través del Colegio Electoral.
Cada Estado, de acuerdo a su población, entrega un número preestablecido de electores. California entrega 55 y vota demócrata, Texas entrega 38 y vota republicano, New York entrega 29 y vota demócrata. Florida también aporta 29 electores pero ha cambiado de preferencias históricamente.
Los candidatos buscan estas últimas cuatro semanas para ganar el voto de los floridianos. Otra característica del voto norteamericano es que no es obligatorio, por lo que, tanto Trump como Hillary creen que motivando a la gente para ir a votar saldrán beneficiados.
Un tema excluyente en el Estado del Sol es su estructura demográfica. El sur de la Florida es la parte más poblada y allí Hillary es favorita. Pero el tema crucial es por cuánta diferencia ganaría para saber cuánto debería descontarle Trump en el resto del Estado para tener alguna esperanza.
Broward, Miami Dade y Palm Beach son condados críticos para los dos partidos y pueden determinar la suerte del resultado. Allí seguramente va a ganar Clinton, pero muchos analistas coinciden en que la diferencia debería ser de entre 200.000 y 250.000 votos para superar la ventaja que el republicano le pueda sacar en el resto de los condados.
Por eso para Trump es imperativo reducir esa diferencia ya sea persuadiendo a que eventuales votantes de Clinton no vayan a votar o expandiendo su propia base de adherentes.
El senador Marco Rubio, que fuera rival de Trump en las primarias y que va también por su reelección en el escaño de la Cámara Alta, dijo que "cada voto cuenta". Recordó que hace cuatro años Mitt Romney perdió el Estado por 74309 votos y eso le significó perder la presidencia. Hoy se presume que la situación puede ser similar hacia uno u otro lado. "Si la diferencia va a ser de 80.000 votos que sea a favor nuestro y no a favor de ellos", dijo el descendiente de cubanos que, sin embargo, no pudo con Trump en su propia casa.
El chairman del partido demócrata en Florida, Mitch Caesar dijo que si Clinton no saca una buena ventaja en esos tres condados del sur, el Estado se irá "para la estrella de los reality shows", en una referencia irónica al paso de Donald Trump como conductor del show de TV The Apprentice.
Muchos le prestan atención al resultado en Weston, un condado al norte de Miami, lleno de venezolanos exilados del chavismo (lo llaman Westonzuela) porque también corre con una estadística de votar siempre al que termina en el Salón Oval.
El Estado se llenará de visitas pesadas en estos días que siguen. Trump, casi es un local en la Florida porque vive allí parte del año en su propiedad de Mar-a-Lago Club en Palm Beach, sabe lo que vale dedicarle tiempo personal a ganarlo.
Con información de Infobae