Rusia y China no podían dejar de jactarse de su «amistad inquebrantable» antes de la cumbre del presidente de Rusia, Vladimir Putin, con su homólogo de EEUU, Joe Biden.
El Político
Las relaciones entre Moscú y Beijing están en un «nivel sin precedentes», dijo el presidente de Rusia, Vladimir Putin, a NBC en una entrevista transmitida este lunes, enfatizando que no considera a China una amenaza. «China es una nación amiga. No nos ha declarado enemigos, como lo ha hecho Estados Unidos», dijo.
El martes, Beijing devolvió los elogios en especie, declarando que «el cielo es el límite» para la cooperación bilateral. «China y Rusia están unidos como una montaña, y nuestra amistad es inquebrantable», dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian a CNN.
EEUU atento
En los últimos años, los dos países se han acercado más en medio de sus deterioradas relaciones con Occidente.
Para Rusia, un pivote hacia la segunda economía más grande del mundo fue una solución natural a las sanciones por su anexión de Crimea e incursiones en el este de Ucrania, en 2014.
Y Beijing estaba más que feliz de abrazar lazos más estrechos con su vecino del norte a medida que aumentaban las tensiones en casi todos los aspectos con Estados Unidos.
Alianza estratégica de China-Rusia
La economía ha estado en el centro de la asociación estratégica entre China y Rusia. El comercio bilateral superó los US$ 100.000 millones, en 2018, y el objetivo es duplicarlo, para 2024.
Los dos países también han profundizado la cooperación energética, incluido un acuerdo de US$ 400.000 millones para transportar gas natural desde Rusia y múltiples proyectos conjuntos de plantas de energía nuclear en China.
Moscú también es el mayor proveedor de armas de Beijing, proporcionando el 70% de las importaciones de armas de China, entre 2014 y 2018.
Beijing y Moscú contrarrestando a EEUU
En el frente diplomático, Beijing y Moscú a menudo se han puesto del lado del otro en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, contrarrestando a EE.UU. y sus aliados en cuestiones como Siria, al tiempo que rechaza las críticas occidentales sobre las violaciones de derechos humanos.
Pero su alianza táctica ha cobrado más urgencia desde que Biden asumió el cargo con el compromiso de afirmar el liderazgo de Estados Unidos; en el escenario mundial. Bajo Biden, Washington ha señalado repetidamente a Rusia y China como las mayores amenazas para el orden internacional basado en reglas, ya que reúne aliados para unirse en una aparente batalla ideológica entre democracia y autocracia.
En los últimos días, las discusiones sobre cómo contrarrestar las acciones autoritarias de Rusia y China se destacaron; tanto en la cumbre del G7, en Inglaterra, como en la reunión de la OTAN, en Bruselas.
En respuesta, Moscú y Beijing han presentado un frente unido fuerte contra las críticas, así como lo que dicen son «intentos de destruir» su relación.