El ex embajador boliviano en Paraguay Rosendo Alpiri Nomine, de la etnia ayorea, denunció desde Chile que es víctima de una "persecución política" por parte del Gobierno de su país dentro de una investigación por supuestos manejos corruptos en un fondo estatal para proyectos indígenas.
En un contacto telefónico desde la ciudad chilena de Calama con la radio local Compañera, Alpiri explicó que decidió salir de su país ante el "atropello" hacia los líderes indígenas del oriente boliviano y las detenciones por el caso de corrupción en el Fondo para el Desarrollo Indígena, Originario, Campesino (Fondioc).
"Eso no se hace a la gente que ha trabajado para ustedes. Basta de persecución política, tenemos familias, tenemos hijos. No puede ser que tanto hemos luchado para que esté este Gobierno y que estemos siendo perseguidos", sostuvo el exdiplomático.
"Estoy sobreviviendo en este país (en Chile) trabajando de ayudante de albañil, imagínese eso, y mi señora trabajando de ayudante de cocina. Es difícil", agregó Alpiri, quien no precisó cómo ni cuándo salió de Bolivia.
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La investigación en el Fondioc derivó en el último año en la detención de varios dirigentes del oficialismo y líderes indígenas acusados de actos de corrupción con esos recursos, incluidas las exministras Nemesia Achacollo y Julia Ramos, y la presidenta de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia, Melva Hurtado.
Alpiri renunció a la embajada en Paraguay en agosto de 2015, después de que su nombre apareciera en un informe de los interventores del fondo como responsable de un proyecto que no llegó a ejecutarse.
El exembajador aseguró hoy que, tras su renuncia, retornó a Bolivia dispuesto a "aclarar las cosas y demostrar" que era inocente, "pero eso no fue posible".
Con información de EFE