China es la nación que desde la última década lidera los grandes cambios globales y las principales transformaciones geopolíticas del mundo. Toda vez que reúne características clave como una suficiente y atractiva capacidad demográfica. Así como su crecimiento económico sostenido, capacidad científico-técnica creciente y liderazgo cada vez más reconocido. Además de una clara estrategia global de comercio e influencia.
El Político
Así lo estima el historiador y profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia Carlos Alberto Patiño, en un amplio análisis publicado en los medios digitales bogotanos El Tiempo y Portafolio. En su contenido fundamentalmente aborda la manera como la nación asiática se convirtió en una potencia económica mundial.
Según el autor, las sanciones comerciales impuestas a China por Estados Unidos, y las guerras de los aranceles y la comercial, se han convertido en dificultades, aunque no representan el final de su economía. Patiño estima que más bien constituyen el impulso que necesitaba para diversificar sus principales socios comerciales, sus aliados geopolíticos y mejorar su posición estratégica global. Y que a Estados Unidos se le hará difícil mantener su dominio ante la importancia que seguirá sumando el gigante asiático.
Patiño explica: “Desde una perspectiva histórica amplia, a partir de la Segunda Guerra Mundial se produjo una modificación profunda de la geopolítica. Esto consistió en que los dos centros del poder fueron los Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Durante la contienda fueron definitivamente desplazados los centros de poder anteriores, encabezados por Londres, Berlín y París, y detrás de ellos Roma. China, que había sido la cabeza de su propio sistema internacional, había dejado su posición de líder luego de que en 1894 perdiera una guerra contra Japón. Y a mediados de siglo, tras los desastres de la Segunda Guerra Mundial, enfrentó una cruenta guerra civil que terminó con la victoria del Partido Comunista Chino y la república partida en dos Estados”.
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China: epicentro de Asia Pacífico
En palabras del historiador Patiño, desde 1978, con las reformas de gobierno introducidas por Deng Xiaoping, China se fue trastocando en una creciente potencia económica. Se reformó industrialmente, con soportes muy evidentes en la industria y en el desarrollo científico surgido de la reforma universitaria de 1979. Esta tuvo como punto central su desideologización y la introducción plena de los principales desarrollos científicos y tecnológicos mundiales. En adición fue aunando una muy seria modernización militar, una diplomacia en expansión y una ortodoxia fuerte en el manejo de sus divisas. Así como la recepción controlada de inversión extranjera directa.
Agrega: “Para el año 2001, luego de los atentados del 11 de septiembre, EEUU inició una expansión global sin precedentes bajo la idea de que podría controlar los cambios y el rumbo político de Asia Central. Y que lo haría a través de dos guerras: la de Afganistán y la de Irak. Las dos guerras fueron un gran fracaso estratégico y dejaron claro que se produjo un movimiento del centro geopolítico hacia el mundo asiático”.
Entre otras conclusiones, Patiño indica que el epicentro de desarrollo económico del mundo, en las dos últimas décadas, y a pesar de los buenos desempeños económicos de la Unión Europea y de EEUU, se ha ido hacia el Asia Pacífico. Junto con las rutas que conectan con el océano Índico, concentrando a tres de las grandes economías globales: China, Japón e India.
Fuente: El Tiempo / Portafolio