Rusia y Turquía acordaron ayer reanudar la cooperación antiterrorista y militar en el marco de la normalización de sus relaciones, iniciada a marchas forzadas tras las disculpas de Ankara por el derribo de un cazabombardero ruso en la frontera turco-siria.
Siete meses de agrio enfrentamiento en la escena internacional a cuenta del conflicto en Siria no impidió al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y a su colega turco, Mevlut Cavusoglu, escenificar ayer en la ciudad rusa de Sochi una nueva etapa de entendimiento y objetivos comunes en la lucha contra los yihadistas que actúan en el país árabe.
Lavrov, que ha acusado reiteradamente a Ankara de "alimentar" con armas, dinero y guerrilleros a los terroristas del Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra, adelantó que Rusia insistirá en este asunto en su renovado diálogo con Turquía. "Creo que podremos debatir incluso los temas más complejos, incluido el objetivo de impedir el uso del territorio turco para ayudar a las organizaciones terroristas en Siria ", subrayó el titular de la cancillería rusa.
Apenas dos días después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, hiciera las paces con el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, parece olvidado ya que el Kremlin había apuntado a la cúpula turca como beneficiaria directa del contrabando a través de Turquía del petróleo extraído por el EI en Siria e Irak.
"Rusia y Turquía tienen interés en que la oposición patriótica, que por distintos motivos está en territorios controlados por los terroristas, retire sus unidades de allí. En caso contrario serán calificados de cómplices del EI y Al Nusra. Y sobre este asunto hemos llegado al entendimiento con el ministro Cavusoglu", dijo Lavrov en la rueda de prensa conjunta con su homólogo turco. Turquía, según Lavrov, también está "en absoluto de acuerdo" con que Estados Unidos debe obligar a sus aliados de la oposición siria a retirarse de las posiciones que comparten con los yihadistas.
En lo que no cede ni un milímetro Ankara es en considerar terroristas a los kurdos que combaten al EI en el norte de Siria y en negarles un lugar entre los opositores sirios que deben negociar el futuro del país con el régimen de Damasco en el marco del proceso de Ginebra.
Pese a todas sus diferencias, que parecen volver a un segundo plano en medio de los esfuerzos para recuperar las relaciones económicas, Moscú y Ankara acordaron reanudar la coordinación militar en Siria, donde los rusos apoyan con su aviación a Damasco y los turcos participan en la coalición internacional liderada por Washington.
Con Información de: El Observador