En 2020 se registraron 227 ataques letales contra defensores del medio ambiente, lo que constituye un aumento en las cifras históricas porque, hasta ahora, 2019 era el año más letal con 212 asesinatos.
El Político
No obstante, el dato más aterrador surge en América Latina donde se produjeron 165 muertes, es decir, tres cuartas partes de las agresiones, reportó Telemundo.
Los investigadores de Global Witness advierten que casi tres de cada cuatro ataques ocurrieron en la región y en el listado de los diez países con mayor cantidad de ataques, siete están en Latinoamérica.
Colombia y México encabezan el ranking mundial de los asesinatos
Colombia, con 65 muertes, y México, con 30, encabezan el ranking mundial de los asesinatos de personas defensoras de la tierra y el medioambiente.
Otros países con cifras preocupantes son Brasil y Honduras, con 20 y 17 asesinatos, respectivamente.
Los ataques se relacionan con la explotación de recursos
El documento establece que al menos el 30% de los ataques se relacionan con la explotación de recursos en actividades como la tala, la construcción de represas hidroeléctricas, proyectos de minería y la agroindustria a gran escala.
“Las personas que cada año son asesinadas por defender a sus poblaciones locales, también estaban defendiendo el planeta que compartimos. En particular, nuestro clima", escribe el activista Bill McKibben, en el prólogo del informe.
Añadió que las actividades que inundan nuestra atmósfera con carbono, como la extracción de combustibles fósiles y la deforestación, están en el centro de muchos de estos asesinatos”.
La industria de la tala y deforestación se vincula a la mayor cantidad de asesinatos en 2020
La industria de la tala y deforestación se vincula a la mayor cantidad de asesinatos en 2020, con 23 casos registrados en países como Brasil, Nicaragua, Perú y Filipinas.
Global Witness afirma que sus datos no reflejan “la verdadera dimensión del problema” porque las restricciones a la libertad de prensa y tácticas coercitivas como las amenazas de muerte, vigilancia ilegal, amedrentamiento, violencia sexual y criminalización pueden contribuir a un subregistro de las agresiones.
Colombia y México, la vanguardia letal
Según la organización, desde la firma en 2015 del Acuerdo de París sobre cambio climático, un promedio de cuatro defensores medioambientales han sido asesinados cada semana.
Además, los investigadores aseguran que los gobiernos de varios países utilizaron la pandemia de coronavirus como una excusa para implementar métodos represivos contra sus poblaciones.
Según el reporte, esa forma de control social que fue instaurada en los cierres de las cuarentenas fue “una oportunidad para tomar medidas drásticas contra la sociedad civil mientras las empresas avanzaban con proyectos destructivos”.
Por segundo año consecutivo, Colombia registró el mayor número de defensores asesinados al totalizar 65 ejecuciones.
Las agresiones sucedieron en “el contexto de ataques generalizados en contra de personas defensoras de los derechos humanos y liderazgos comunitarios (…) En muchas de las áreas más remotas, los grupos paramilitares y criminales incrementaron su control mediante el ejercicio de la violencia”, afirma Global Witness.
Asesinatos de personas que se dedicaban a la agricultura a pequeña escala
Casi la mitad de los homicidios registrados en el país se perpetraron contra personas que se dedicaban a la agricultura a pequeña escala y un tercio de los activistas eran personas indígenas o afrodescendientes.
“Contrario a lo que se pensaba, de que las cuarentenas podrían ayudar a protegerlos, fueron ubicados con mayor facilidad y por eso muchos de los homicidios se perpetraron en sus domicilios o en sus alrededores”.
Así lo comentó Lourdes Castro, coordinadora del programa Somos Defensores, en una entrevista con Mongabay Latam.
Disminución de la respuesta de las autoridades
Castro afirma que el año pasado disminuyó la respuesta de las autoridades porque también estaban cumpliendo con las restricciones sanitarias de la pandemia y “paradójicamente, los violentos tuvieron la posibilidad de andar libremente por los territorios”.
Otro caso preocupante es la situación de los activistas mexicanos. Global Witness registró 30 ataques letales en México, lo que representa un aumento del 67% respecto a 2019 cuando se contabilizaron 18 muertes.
“La explotación forestal estuvo vinculada a casi un tercio de estos ataques y la mitad de todos los ataques en el país fueron dirigidos contra comunidades indígenas”, aseveran los investigadores.
Impunidad “sorprendentemente alta”
Los investigadores recuerdan que la impunidad de los delitos contra personas defensoras es “sorprendentemente alta”.
Según las estadísticas, casi un 95% de los asesinatos cometidos en el país no generan un proceso legal.
“El 2020 fue muy complejo para las personas defensoras ambientales de la tierra y el territorio, de hecho, vemos que fue el año más violento de esta Administración porque se produjeron más ataques”.
Así lo asegura Gabriela Carreón, gerente de derechos humanos del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), en una entrevista con Noticias Telemundo.
Hasta julio de este año, el Cemda ha registrado 14 asesinatos contra activistas medioambientales.
En un informe publicado en abril señaló que en el país “prevalece una violencia estructural y generalizada en contra de quienes defienden el patrimonio natural, la tierra y el territorio”.
Asesinatos en lo que va del sexenio AMLO
Ese mismo mes, la Secretaría de Gobernación mexicana reconoció que al menos 68 defensores de DDHH y 43 periodistas han sido asesinados en lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Diana Gabriela Aranguren no podía creer lo que decían los noticieros. Dice que miraba la pantalla del televisor, una y otra vez, tratando de comprender cómo era posible que su amigo había sido asesinado.
“Acababa de hacer una publicación en Facebook a las 6:00 de la tarde para participar en una actividad y después comenzaron las noticias de la tragedia”, explica Aranguren.
Esta maestra y activista ambiental se pronunció así sobre el asesinato de Oscar Eyraud Adams, líder indígena mexicano que fue ejecutado el 24 de septiembre de 2020 en Tecate, Baja California.
Eyraud Adams luchaba por el derecho al agua de los Kumiai, su pueblo indígena que ha sido muy afectado por la explotación desmedida de los acuíferos de la región por parte de grandes empresas cerveceras y vitivinícolas.
“Buscando lluvia en el desierto”
Su texto en redes sociales, que fueron las últimas palabras que escribió en vida, era una convocatoria para un evento llamado “Buscando lluvia en el desierto”.
Un grupo de hombres armados entraron a su residencia y lo mataron a balazos, lo único que se llevaron fue su celular y una libreta con sus apuntes.
Al menos 13 casquillos de bala, de diferentes calibres, fueron encontrados por las autoridades en la escena del crimen.
“Uno jamás piensa que defender nuestro derecho al agua y a la vida te va a llevar a la muerte", advirtió Aranguren a Noticias Telemundo.
Agregó que en México, las personas que defienden su territorio y los recursos naturales están siendo asesinadas, nos desaparecen y nos criminalizan”.