Los habitantes de las islas de San Andrés y Providencia no se suelen considerar colombianos ni nicaragüenses como parte de su nacionalidad.
Para ellos, su identidad originaría es raizal, una mezcla de isleños afrodescendientes, que en su mayoría es devoto de la Iglesia Bautista, son hablantes de un criollo que se combina con el español y el inglés.
Pero la realidad es que, tanto Nicaragua como Colombia tienen el control de las islas desde hace al menos un siglo.
Ambos países llevan más de una década en disputa por las instancias internacionales sobre la soberanía de un archipiélago dotado de playas, arenas blancas, mar cristalino, frondosas montañas, cayos e islotes de postal, reservas de petróleo y gas y cierta capacidad de producción agrícola.
El Político
Según la información que maneja BBC Mundo, las delegaciones de ambos países tuvieron una cita en la Corte Internacional de Justicia de la Haya (CIJ) para llegar a un acuerdo.
"Con seguridad habrá sanandresanos como yo que seguirán las audiencias con atención", explicó Cristina Bendek, escritora e internacionalista de origen raizal.
Por qué las islas de San Andrés y Providencia son de Colombia si están 6 veces más cerca de Nicaragua https://t.co/sNpIJknClp
— BBC News Mundo (@bbcmundo) September 20, 2021
Esta polémica genera interés por parte de los habitantes de las islas, para ellos la falta de autonomía y la relación con los gobiernos les han dado una condición de marginalidad que sobrepasa la importancia histórica, geográfica y cultural de ellas.
"El impacto que tienen estas resoluciones sobre la vida de la gente es enorme", explica la autora de "Los cristales de la sal", una novela sobre San Andrés.
Hechos jurídicos e históricos
Por su parte, según el argumento del país nicaragüense se basa en los hechos jurídicos e históricos, pero sobre todo geográficos.
Estas islas se encuentran a 110 kilómetros de la costa nicaragüense y a 720 kilómetros de la costa colombiana.
La CIJ en el 2012 dictaminó que la soberanía de las islas pertenecía a Colombia, gracias a una serie de principios y tratados históricos.
Pero más adelante, en esa misma resolución concluyó que una parte importante del espacio marítimo que anteriormente pertenecía a Colombia ahora es de Nicaragua.
Siendo este, una de las principales razones por la ambos países generaron diversas demandas.
En la gran mayoría de los casos reportan el supuesto incumplimiento de las reglas del otro, y es lo que se plantea discutir en la ronda de debates.
¿Qué es y dónde está el archipiélago?
El archipiélago tiene tres islas, una decena de cayos y varios islotes.
Son 350.000 km² de mar y 44 km² de tierra donde viven alrededor de 100.000 personas, la mayoría de ellos raizales.
Históricamente, este archipiélago era considerado por sus habitantes como parte del área que compone la costa caribeña de Nicaragua.
Esta costa es conocida como Mosquitia o la Costa de Mosquitos.
"Las relaciones familiares y comerciales entre la costa y las islas hicieron que ambas se vieran como parte de una misma región", explica Sharika Crawford, historiadora experta en San Andrés.
Pero una pieza clave para entender este conflicto es la relación con Panamá.
Panamá como país clave
Panamá fue un país que hasta 1903 era parte de Colombia. Los principios geográficos del país centroamericano complican la delimitación de soberanía empiezan
En los años 50, el gobierno colombiano declaró San Andrés puerto libre, debido que en el pasado hubo producción de tabaco y algodón en las islas
Actualmente la mayor fuente de riqueza para las islas es, el turismo y la pesca, sin contar la industria compleja que juega un rol central en el pleito por el control económico del área marítima.
Esta decisión aumentó el comercio, el turismo y la migración de colombianos del resto del país.
Sin embargo, otro de los causantes de este pleito entre países es la explotación petrolera.
Hasta el momento no existen registros concretos de concesiones a empresas petroleras otorgadas por el gobierno nicaragüense.
En el año 2020 las islas devastadas por el huracán Iota, contaba con el 98% de la infraestructura de Providencia destruida.
¿Por qué están bajo control de Colombia?
Antes de la conquista de América, las islas no estaban habitadas. Pero después de 1492 empezaron a llegar colonos británicos puritanos que vivían del tabaco y el algodón.
Cuando los españoles ejercieron el control sobre el Caribe, las islas se adjudicaron a la Capitanía de Guatemala, en Centroamérica.
Luego, a medida que creció el interés de la Corona, al Virreinato de la Nueva Granada, se le adjudicó a lo que hoy es Colombia.
En una Orden Real en 1803 que dio control de las islas a Bogotá, una jurisdicción con mayor poder militar para defenderlas de la amenaza de los piratas.
Pero tres años después se emitió otra resolución que devolvía la Costa de Mosquitos (sin las islas) a la Capitanía de Guatemala.
Esas ordenes reales bien pueden considerarse el origen del pleito, porque cada uno las interpretó según su propio interés.
Dependiendo de unos países independientes
En 1825, cuando ambos países gozaban de autonomía tras la independencia, se firmó un tratado bilateral que concertaba los límites del momento como definitivos.
Los cabildos de San Andrés y Providencia se habían adherido a la primera constitución política de Colombia, firmada en Cúcuta en 1821.
Y la Costa de Mosquitos ya formaba parte de la República Federal de Centroamérica.
Pero las independencias no cesaron los problemas. Colombia entró en una espiral de guerras civiles.
Centroamérica estuvo bloqueada por las potencias mundiales debido al cruce continental de Nicaragua.
Dicho asedio "imperial" formó parte crucial de la postura nicaragüense.
Desde ese momento, hasta 1928 no se desarrollaron más pleitos.
Luego de firmarse el tratado Esguerra-Bárcenas, Colombia reconoció la soberanía de Nicaragua sobre la Costa de Mosquitos y Nicaragua reconoció la soberanía de Colombia sobre el archipiélago de San Andrés.
"Toda esta serie de tratados muestra que, históricamente, las islas eran vistas por los centros de poder como un territorio por colonizar" agregó Crawford.
Para ella, esta decisión no se tomó como parte de su propia historia, si no por sus propios intereses, dice
El conflicto entre ambas naciones se mantuvieron pausados hasta 1980.
En ese momento la revolución sandinista derrocó al régimen militar de Anastasio Somoza.
La CIJ citó a Colombia para pelear por la soberanía del archipiélago.
¿Qué dijo la CIJ sobre la demanda de Nicaragua?
En 2007 la Corte emitió una primera resolución, donde ratifican la decisión sobre las islas.
Sin embargo, aprovecharon la oportunidad para discutir sobre la zona de exclusividad económica de una porción importante del mar.
En esta ocasión, la discusión fue más vulnerable ya que estaba en juego los recursos de la zona.
En 2012, Nicaragua ganó exclusividad económica sobre una parte de esa área marítima.
Colombia, rechazó el veredicto y continuó explotando económicamente la zona.
Para el entonces presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, emitió un decreto delimitando la "zona contigua integral".
Este decreto generó dos demandas de Managua, argumentando que no respetaron el fallo ni la plataforma continental extendida de Nicaragua.
Colombia no se quedó de brazos cruzados, también demandó al país centroamericano por no proteger la biodiversidad de la zona.
Concluyendo que se ve afectada la vida de los raizales que viven de la pesca. Ambas demandas se discutirán en la reunión.
¿Qué dice Colombia?
Colombia presentó un argumento legal y otro práctico para sustentar su soberanía, esto según abogados que conformaron la delegación.
La primera es la Orden Real de 1803, que tiene como objetivo defender a la población local de los piratas.
El segundo argumento es el que tuvo en cuenta la CIJ para ratificar la soberanía de Colombia: el principio de efectividad.
"Desde 1921 Colombia ha ejercido soberanía pacífica e ininterrumpida sobre las islas… Y eso no solo lo reconoció Nicaragua en 1928, sino que además Nicaragua nunca ha ejercido acción sobre las islas", dijo uno de los exdelegados del gobierno colombiano.
Fabián Cárdenas, doctor en derecho internacional de la Universidad Javeriana, en Bogotá, añade:
"Los principios que usa la corte para resolver estos pleitos son muy claros y por eso era previsible que Colombia se quedaría con las islas, mientras que Nicaragua tenía derecho no a soberanía, sino a la explotación económica de aguas internacionales".
Los expertos coinciden en que la resolución de 2012 fue mal interpretada por Colombia como una pérdida de soberanía.
Pero en realidad ratificaron el control de la tierra, quitándole el acceso económico a 75 km2 de aguas internacionales.
Desde 2012, Colombia argumentó que Managua busca sacar petróleo afectando el medio ambiente de la zona adjudicada.
Para ellos esa porción del mar perjudica a la industria pesquera que da sustento a los raizales.
¿Qué dice Nicaragua?
"Nicaragua ha acatado el fallo de la Haya y ya no está detrás de la soberanía de las islas", dice Manuel Madriz, exdiplomático sandinista y experto en derecho internacional.
"Pero aun así nosotros consideramos que: uno, el tratado de 1928 fue ilegal debido a la ocupación de Estados Unidos, y dos, que Colombia está incumpliendo la resolución de 2012″.
En efecto, el principal argumento de Nicaragua para pedir la soberanía de las islas ha sido que el tratado Esguerra-Bárcenas, firmado en 1928, se dio durante una ocupación estadounidense del país. Su soberanía, dicen, no se estaba ejerciendo.
"La ocupada Nicaragua no pudo hacer nada para oponerse al diktak (un tratado impuesto a la fuerza) del imperio, que violaba su Constitución y sus derechos", argumentó el exembajador y experto en derecho internacional nicaragüense Augusto Zamora.
Otro argumento de Managua es que la orden real de 1803 no solo fue parcialmente derogada tres años después, sino que además nunca entró en vigor porque tanto la capitanía de Guatemala como los colonos ingleses se mantuvieron presentes allí.
Zamora describió la Real Orden como "un mínimo y anómalo documento colonial que tuvo vigencia formal durante escasos tres años y que nunca tuvo consecuencias prácticas".
Ahora Nicaragua busca dos cosas: que se extienda su plataforma continental más allá de las 200 millas y que Colombia deje de permitir que sus ciudadanos exploten el área.
Se suponía que el caso se había cerrado en 2012. Pero todo indica que la lucha por este preciado espacio del Caribe continuará.