Sin fecha aún para la presentación del informe final de la Misión de Observación Electoral a Venezuela, en Bruselas, en la comisión de Exteriores de la Unión Europea echa una mirada atrás.
El Político
¿Fue buena la decisión de enviarla? Aunque sigue habiendo quien quiera ver, en el envío de observadores electorales, un "intento de blanquear la dictadura", que toda la oposición venezolana en el país haya dado la enhorabuena a la presencia de técnicos y políticos europeos, no deja lugar a dudas.
"Ahora que tenemos distancia vemos que la decisión de (el jefe de la diplomacia europea, Josep) Borrell fue acertada. Se decidió a favor, porque la oposición reclamó que la Unión Europea (UE) participase del proceso electoral. Fue un acierto, porque el informe ha sido técnicamente impecable y políticamente irrefutable", explica a DW Jordi Cañas, eurodiputado del bloque liberal, que presidió la misión de la Eurocámara.
Unión Europea apoya con observación electoral
"Todos nuestros interlocutores —formaciones políticas, exchavistas, candidatos del régimen, sociedad civil, académicos, sectores económicos— agradecieron nuestra presencia y afirmaron, con excepción de la formación de María Corina Machado, que la única salida pasa por el diálogo y la negociación", apunta Cañas.
En el informe final se expondrán los avances con respecto a convocatorias electorales anteriores y también las falencias. El documento "describe a la perfección la situación antidemocrática, en la cual sí ha habido avances en el proceso electoral", agrega.
¿Avances? Eso no es suficiente para los más conservadores. No obstante, "han moderado sus críticas, pues ven que la MOE fue autónoma y exigente. Sus conclusiones serán una herramienta para la negociación de los cambios que tienen que darse, especialmente en las próximas presidenciales", dice, por su parte, Javi López, eurodiputado del bloque socialista, presidente de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (Eurolat).
Unión Europea en favor de la normalidad institucional
Por otro lado, después de que, por diez años, ningún alto cargo de la UE visitara oficialmente Brasil, Borrell se reunió, a comienzos de noviembre, con el presidente Jair Bolsonaro, y con el presidente de Perú, Pedro Castillo. ¿Tienen estas visitas algún mensaje político de apoyo a uno u otro? En absoluto, responden ambos políticos, de distintas fracciones.
"El Alto Representante hace bien en reunirse con el presidente de Brasil, de Perú, de Argentina, de Uruguay y con cualquier mandatario que tenga el aval de haber ganado unas elecciones", responde Cañas, que preside la Delegación para las Relaciones con los países del Mercosur. "Pero también con los representantes de Cuba debe reunirse, tenemos un acuerdo de cooperación con el que La Habana no está cumpliendo", recuerda.
"Los viajes a Perú y a Brasil son signos del esfuerzo personal del Alto Representante por revertir el hecho de que América Latina y el Caribe no estén entre las prioridades de la UE. Lo que está sucediendo con Ucrania nos recuerda por qué la prioridad la tiene la conflictiva vecindad", subraya López.
¿Perdiendo terreno?
Como fuere, y haciéndose eco del llamado de Alto Representante para Asuntos Exteriores de la UE a que la Eurocámara se ocupe también más de América Latina, el presidente de Eurolat considera que "el Parlamento Europeo sí debería tener una mirada más amplia e intensa hacia Latinoamérica. Y no centrar todos sus debates en lo que sucede en Venezuela, Cuba y Nicaragua".
Con el acuerdo con México listo, pero sin ratificar; con el de asociación con Chile en espera por los cambios en el país y con el de Mercosur en veremos por citas electorales; a ambos lados del océano tanto López como Cañas valoran el esfuerzo de la diplomacia europea por que el "Nuevo Continente"; reciba la atención institucional que merecería. Y por que el "Viejo Continente" no pierda el espacio que China y Rusia ganan cada vez más en América Latina.