La fiscalía de Polonia confirmó su decisión de exhumar los restos de las víctimas de la tragedia de Smolensk (Rusia), dentro de la nueva investigación para aclarar las causas del accidente del avión presidencial polaco en 2010, en el que murieron sus 96 ocupantes, incluido el entonces jefe de Estado.
Entre las exhumaciones se prevén la de los cuerpos del presidente, Lech Kaczynski, y su esposa, Maria.
La portavoz de la Fiscalía nacional, Ewa Bialik, informó de que no se exhumarán los cadáveres ya sometidos a autopsia.
La institución considera que hubo errores en la investigación realizada por las autoridades rusas tras el accidente, lo que justifica su decisión.
Además, las autoridades polacas estiman que los cuerpos de los fallecidos son la prueba principal de la que disponen para investigar las causas del accidente, ya que Rusia todavía se niega a entregar los restos del avión presidencial.
El Gobierno polaco liderado por el partido nacionalista Ley y Justicia ha decidido reabrir la investigación sobre el siniestro, que tuvo lugar el 10 de abril de 2010.
El avión se estrelló al intentar tomar tierra en el aeródromo ruso de Smolensk, desde donde la comitiva presidencial iba a dirigirse por tierra a un acto en el cementerio de Katyn.
Además del entonces presidente del país, hermano gemelo del actual líder de Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, en el avión viajaba gran parte de la cúpula militar, eclesiástica y política de Polonia, en su mayoría cercana también al partido conservador.
Las autoridades rusas elaboraron un informe sobre las causas del accidente en el que se culpaba a los pilotos polacos de impericia a la hora de aterrizar y se recordaba que debido a la espesa niebla de aquella mañana la torre de control rusa ofreció otro aeropuerto, propuesta que fue rechazada.
Un posterior informe elaborado por expertos polacos reveló por su parte una serie de fallos de los funcionarios rusos de la torre de control.
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Ambas investigaciones desestimaron la hipótesis de un atentado terrorista y coincidieron en que el avión volaba demasiado bajo a causa de la falta de visión provocada por la niebla cuando un ala golpeó los árboles y provocó la colisión.
La nueva investigación abierta tras la llegada al poder de Ley y Justicia va más allá y sugiere que altos funcionarios del Gobierno polaco, en 2010 en manos del Plataforma Ciudadana, ahora el principal partido de la oposición, podrían haber cometido errores en la preparación del viaje del avión presidencial.
El 27 de enero de este año un juzgado de Varsovia decidió reabrir el proceso contra cinco funcionarios, entre ellos el exembajador de Polonia en España Tomasz Arabski, por presunta negligencia en la preparación del vuelo.
A eso se suman algunas informaciones publicadas en los últimos días por medios de comunicación vinculados a Ley y Justicia, que aseguran que durante la investigación del accidente se produjeron errores de los que en último término sería responsable Donald Tusk, primer ministro entonces y ahora presidente del Consejo Europeo.
Con información de EFE