Aunque de manera tardía, y sin poder deslastrarse de manera total de anteriores casos, la directiva del banco suizo Credit Suisse, expresó a través de un comunicado "su rechazo ante las acusaciones de que por décadas guardó fortunas de personas ligadas a la corrupción.
Mario Augusto Beroes Ríos/El Político
La entidad asegura que "los hechos expuestos son “inexactos y sacados de contexto. Se clausuró el 90 % de las cuentas, muchas ya cerradas antes que se conocieran estas denuncias, o en proceso de serlo."
Ya en 2021, un veredicto de las autoridades británicas y estadounidenses obligó a la entidad financiera a pagar más de $ 400 millones por casos de soborno, espionaje y corrupción en Mozambique y que además llevó a la destitución del entonces director ejecutivo de la institución bancaria Tidjane Thiam.
Las acusaciones surgieron de las informaciones publicadas por un grupo de medios de comunicación a nivel mundial y que, con el apoyo de una ONG dedicada a la lucha contra la corrupción y el crimen organizado, pudo analizar los datos de 18.000 cuentas del segundo mayor banco de Suiza.
Esas informaciones las dio a conocer hace un año al diario alemán Süddeutsche Zeitung por una persona no identificada, lo que lanzó una investigación denominada "Secretos Suizos".
"Hechos históricos"
En una declaración emitida desde su sede mundial en Zúrich (Suiza), Credit Suisse afirma que los hechos presentados son predominantemente "históricos", que algunos datan de la década de 1940.
"De manera general lo que se afirma es parcial, inexacto o con información seleccionada puesta fuera de contexto, lo que resulta en interpretaciones tendenciosas de la conducta del banco".
Según la filtración, Credit Suisse abrió cuentas y sirvió como clientes en un periodo comprendido entre 1940 y la década de 2010 "a personas cuyas situaciones eran obvias para cualquiera que colocase sus nombres en un motor de búsqueda."
El banco supuestamente desoyó alertas de sus propios empleados sobre actividades sospechosas de sus clientes, entre ellos acusados de corrupción en torno a la petrolera estatal de Venezuela.
También de personajes gubernamentales en Oriente Medio o altos funcionarios de inteligencia de países colaboradores con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo.
El banco señaló que un 60 % de todas esas cuentas están cerradas antes de 2015. Sobre el resto de cuentas activas, nos sentimos cómodos puesto que se ha actuado con la diligencia debida y se efectuaron controles conforme a nuestro marco actual".
La institución agregó que "seguirán analizando los hechos y tomaremos pasos adicionales si es necesario."
Multados en 2021 por espionaje y corrupción
Sin embargo, en 2021 el Credit Suisse enfrentó el veredicto de las autoridades estadounidenses y británicas que dictaminó en ese momento que la entidad tendría que Credit Suisse tendrá que pagar unos 475 millones de dólares (439 millones de francos).
Esto fue como consecuencia de los cargos de soborno y fraude relacionados con un escándalo de corrupción en Mozambique.
El banco pagó una multa penal de 175 millones de dólares al Departamento de Justicia de Estados Unidos, 99 millones de dólares a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) y 200 millones de dólares a las autoridades británicas.
También perdonará 200 millones de dólares de la deuda de Mozambique.
Los cargos están relacionados con los casi mil millones de dólares en ofertas de bonos y un préstamo sindicado que Credit Suisse contribuyó a tramitar entre 2013 y 2016, para financiar una industria estatal de pesca de atún y desarrollar la seguridad marítima en Mozambique.
Gran parte de las ganancias de los llamados "bonos del atún" se desvió mediante sobornos a los banqueros de Credit Suisse y funcionarios de Mozambique.
Credit Suisse incurrió en fraude contra los inversores y violó leyes estadounidenses contra el soborno, dijeron las autoridades en ese momento.