7,9%. Esa es la cifra récord que marca el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en los Estados Unidos, el incremento más alto desde 1982.
Mario Augusto Beroes Ríos/El Político
Los consumidores en los Estados Unidos vuelven a ser golpeados por la inflación. 40 años han pasado desde aquel fatídico enero de 1982, cuando los precios subieron de manera incontrolable.
Ahora el Índice de Precios al Consumidor subió un 7,9% en los últimos 12 meses hasta febrero, sin ajustar por cambios estacionales, según informó la Oficina de Estadísticas Laborales.
Esta cifra está en línea con las previsiones de los economistas.
Los precios de la gasolina, los alimentos y la vivienda, que son considerados gastos necesarios y no discrecionales, impulsaron la subida de precios de febrero.
Los precios de febrero subieron un 0,8%, ajustados por las oscilaciones estacionales, más que en enero.
Solo los precios de la gasolina subieron un 6,6% y contribuyeron a casi un tercio del aumento global de la inflación.
Los precios de los alimentos subieron un 1% el mes pasado, el mayor incremento mensual desde abril de 2020.
Alrededor de un tercio del aumento de 24 centavos por galón en el precio de la gasolina regular se produjo en los últimos cinco días del mes, después de que Rusia invadiera Ucrania.
Pero los precios se han disparado desde entonces, con el precio de un galón de gasolina regular subiendo 71 centavos, o alrededor del 20%, solo desde finales de febrero para situarse en 4,36 dólares el galón, hasta ayer jueves.
La Casa Blanca se preparaba para una cifra alta de inflación, según había adelantado la secretaria de prensa Jen Psaki, debido al aumento de los costos de la energía.
Añadió que también se espera un aumento de los precios en los sectores relacionados con la pandemia, como los viajes y la restauración, a medida que EEUU se recupera de la oleada del coronavirus ómicron.