Mientras la cancillería busca un país que reciba al exrecluso de Guantánamo, sirio Jihad Diyab y su familia, el gobierno comenzará a tomar acciones paralelas para evitar que la salud del refugiado empeore.
Stephanie Lozada Madriz /El Político
El juez penal Carlos García solicitó un informe médico sobre la salud del exrecluso, ya que en la noche del miércoles le informaron sobre el riesgo de muerte del sirio. Se espera que el informe solicitado a la junta médica se lleve ante el juez, para evaluar las posibles acciones legales.
García afirmó que el proceso judicial también busca determinar si el refugiado sirio está tomando su decisión de manera voluntaria, ya que hay indicios que puedan indicar que no se han respetado sus derechos. De ser así, deberá continuar con la investigación y determinar posibles actores externos que intervengan en sus decisiones así como dictar medidas para evitar el deterioro de su salud.
"Esto se originó a raíz de una comunicación telefónica de Inteligencia, que me comunicó la inquietud de los médicos tratantes de esta persona porque estaba en una situación grave y se negaba a la internación", explicó el juez. Además de resistirse a recibir suero, el refugiado se niega a ser internado en un hospital o sanatario. "En base al informe resolveré la situación: si continúa en régimen ambulatorio o puede ser derivado a un centro de atención médica", agregó el magistrado.
Este jueves el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, presentó el informe de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) que explica el estado de salud de Diyab, y su negativa a recibir alimentación y asistencia.
Con información de La República