Comienzan a llover las criticas sobre el presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Jerome Powell, quien habría retardado decisiones financieras, las cuales hubiesen prevenido el incremento inflacionario en la economía de dicho país.
Mario Augusto Beroes R./El Político
Este error lo obliga a ser más agresivo con el tema de la subida de tipos de tasas.
Ahora, el riesgo es que se extralimite con las acciones que va a implementar para contener el IPC y también para recuperar el prestigio perdido por este retraso.
A su favor tiene que es probable que el mercado le haga parte del trabajo, como en anteriores ciclos alcistas de los tipos.
Mayor endurecimiento
Este podría ser el mayor endurecimiento de la política monetaria en EEUU desde 1994, con unas previsiones de un alza de tipos acumulada de 3 puntos porcentuales desde marzo hasta el verano de 2023.
Algo que puede acabar siendo excesivo e incluso contraproducente, según muchos expertos, ya que la escalada actual de los precios se debe en mucha mayor medida a un shock de oferta (materias primas y energía) que a un recalentamiento de la demanda.
Pero, además de este problema con la inflación, la Fed tiene un problema de prestigio que la lleva a actuar ahora con tanta agresividad.
Este retraso en el inicio de las subidas de tipos también tuvo detrás la renovación de Powell como presidente; es decir, mientras esperaba a saber si era reelegido por el Gobierno de Joe Biden no se atrevió a tocar la política monetaria y perdió por un tiempo precioso.
Esto le valió muchas críticas en Estados Unidos.
Y ahora Powell quiere recuperar el prestigio perdido mostrando una dureza excesiva en las subidas de tipos, que le puede llevar también a extralimitarse en sus decisiones.
Algo que, según algunos analistas, podría acabar con la fase expansiva de la economía y provocar una recesión con el consiguiente aumento del desempleo.
A pesar de estos riesgos, Powell cuenta con un elemento a su favor. El maestro Alan Greenspan enseñó a todos sus sucesores a manejar las expectativas de los mercados, de forma que le hagan el trabajo a la Fed y no tenga que subir tipos tanto como anuncia.
En el ciclo actual, Wall Street ha vivido en abril su peor mes desde marzo de 2020 (desde octubre de 2008 en el caso del Nasdaq, el gran protagonista de la escalada previa). Y los bonos también están corrigiendo en precio -subiendo en rentabilidad- a toda velocidad.
Ese juego de expectativas puede evitar que Powell se pase de frenada, que ahora mismo es el principal temor de los economistas de todo el mundo.