La presión pudo más que los intereses económicos. Eso es lo que uno como redactor infiere al leer en el comunicado de McDonald´s que no seguirá operando en Rusia, ya que "permanecer en el país no sería consistente con sus valores".
Mario Augusto Beroes Ríos/El Político
Pero dejando de lado las consideraciones económicas, hay que reconocer el peso moral que enfrentó la trasnacional de la comida rápida en las redes sociales, después de enfrentar cientos de cuestionamientos por no hablar en contra de la guerra en Ucrania.
Sacando cuentas
En los McDonald´s rusos laboran unos 62.000 empleados, a los cuales Arcos Dorados continúa cancelando sus salarios.
Sin embargo, aquí no está incluido el peso que tiene el mercado ruso en sus ventas.
Sí se sabe que al cierre de 2021, tenía 518 millones de dólares en activos expuestos al rublo, un 3% menos que un año antes. Rusia y Ucrania representaron alrededor del 9% de las ventas globales de McDonald’s.
Para cubrir la salida de su inversión, la empresa anunció que cancelará compromisos por $ 1.400 millones.
Los 108 restaurantes de la cadena en Ucrania permanecen cerrados debido al conflicto, pero la empresa continúa también pagando salarios completos a todos sus empleados allí.
McDonald’s inicialmente enfrentó críticas por su lentitud en detener su negocio en Rusia, y algunos pidieron un boicot a la compañía antes de que suspendiera sus operaciones en marzo.
"Símbolo del capitalismo"
Para muchos, la apertura de los restaurantes McDonald´s en la Federación Rusa, fue una prueba evidente del triunfo del capitalismo sobre el comunismo.
Pero los tiempos cambian, y una guerra que ya va para tres meses, acabó con esta apertura comercial y gastronómica.
La inauguración del primer restaurante de los Arcos Dorados en Rusia es un hecho que recuerdan aún varias generaciones de moscovitas como la señal de que un nuevo tiempo se acercaba a su país.
Tras años de comunismo, Rusia se abría a una de las empresas más simbólicas del consumismo estadounidense. Esa época parece haber llegado a su fin.
Ya la retirada del territorio ruso es definitiva. Más de dos meses después de cerrar "temporalmente" sus 850 puntos de venta en el país tras el inicio de la invasión a Ucrania.
"Decisión complicada"
En un mensaje al personal y a los proveedores, el presidente ejecutivo de McDonald’s, Chris Kempczinski, dijo que se trataba de una decisión complicada "que no tiene precedentes y que tiene profundas consecuencias".
"Algunos podrían argumentar que brindar acceso a los alimentos y continuar empleando a decenas de miles de ciudadanos comunes es sin duda lo correcto. Pero es imposible ignorar la crisis humanitaria provocada por la guerra en Ucrania".
La presencia de multinacionales estadounidenses como McDonald’s o Coca Cola ha sido vista generalmente no solo como un vínculo con Occidente, sino como una señal para inversores sobre el estado de los mercados y la economía de los países.
McDonald’s es la empresa de restaurantes más grande del mundo, con más de 37.000 puntos de venta en unos 120 países.
Kempczinski explicó que la decisión de la cadena de vender sus restaurantes reconocía "que las cosas no volverán a la normalidad" y que era un símbolo de que "Rusia y Occidente van en dos direcciones muy diferentes".
"Es imposible imaginar que los Arcos Dorados representen la misma esperanza y promesa que nos llevó a ingresar al mercado ruso hace 32 años."
Kempczinski previó que en el futuro cercano, otras "muchas más empresas internacionales y marcas globales" decidirán retirarse definitivamente del mercado ruso.
Tras la invasión a Ucrania, decenas de compañías internacionales anunciaron que dejarían de operar temporalmente en Rusia.
McDonald’s anunció que venderá todos sus sitios a un comprador local y comenzará el proceso de "desarmar" los restaurantes, lo que implica eliminar su nombre, logotipo y menú (aunque conservará sus marcas registradas en Rusia).