Rusia dijo que casi 1.000 soldados de Ucrania que defendían una enorme planta siderúrgica de Mariúpol se han rendido, llegando a su fin una batalla que convirtió la estratégica ciudad portuaria en un símbolo internacional de desafío y sufrimiento.
El Político
Por otra parte, un soldado ruso que es enjuiciado por Ucrania por crímenes de guerra se declaró culpable el miércoles de matar a un civil ucraniano.
El sargento Vadim Shyshimarin, de 21 años, fue acusado de dispararle a un hombre ucraniano en la cabeza al comienzo de la invasión y podría ser condenado a cadena perpetua, reportó AP.
1.000 soldados de Ucrania en manos rusas
Los combatientes que salieron de la planta tras recibir órdenes el gobierno de Ucrania de abandonar el último bastión de resistencia en Mariúpol enfrentan una suerte incierta.
Algunos fueron llevados por los rusos a una antigua colonia penal en territorio controlado por separatistas apoyados por Moscú.
Aunque Ucrania dice que aspira a un intercambio de prisioneros, Rusia amenazó con enjuiciar a algunos de ellos por crímenes de guerra.
Piden ayuda a Amnistía Internacional
Amnistía Internacional dijo que la Cruz Roja debe recibir acceso inmediato a los combatientes. Denis Krivosheev, director asistente de Amnistía Internacional para la región; mencionó acusaciones de ejecuciones ilegales realizadas por las fuerzas rusas en Ucrania; y dijo que los defensores de Azovstal “no deben correr la misma suerte”.
No estaba claro cuántos combatientes siguen dentro de la red de túneles y búnkers bajo la siderúrgica; donde se piensa que en algún punto llegó a haber unos 2.000. Un líder separatista en la región dijo que ninguno de los comandantes había salido.
La planta era el último reducto ucraniano que impedía que Rusia declarase la captura total de Mariúpol. Su caída haría de Mariúpol la mayor ciudad ucraniana tomada las tropas rusa; dándole a Putin un impulso en una guerra en la que muchos de sus planes han fracasado.