El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se niega a abandonar su cargo pese al goteo de dimisiones por parte de miembros de su Gobierno.
El Político
Lo cierto es que el gobierno de Johnson fue sacudido este martes por una crisis de consecuencias imprevisibles, iniciada por el escándalo sexual en el que se vio involucrado Chris Pincher, un parlamentario conservador cercano al premier.
Tras la sonada renuncia de los ministros de Economía y Sanidad por perder la confianza en el líder británico poco después de conocerse que había nombrado al conservador Christopher Pincher pese a haber sido informado sobre las acusaciones por abusos sexuales al legislador, una treintena de compañeros de partido, desde secretarios a ayudantes y cargos palamentarios, han abandonado sus puestos.
El ministro de Hacienda, Rishi Sunak, y el ministro de Salud, Sajid Javid, fueron dos de los primeros en renunciar la noche del martes, poniendo en tela de juicio la competencia de Johnson para liderar el país.
Sunak argumentó que los ciudadanos esperan que el gobierno sea dirigido de una forma “apropiada, competente y seria”; mientras que Javid afirmó que el gobierno no estaba “actuando en el interés nacional”.
Ambas dimisiones avivaron las expectativas de que el gobierno británico pueda caer próximamente, reportó LaOpinion.
La mañana del miércoles, el ministro de Infancia y Familias, Will Quince, se unió a Sunak y a Javid, y envió una carta a Johnson anunciando su renuncia, después de que el lunes le dijera a los medios que le habían garantizado que el primer ministro no estaba al tanto de una serie de denuncias contra Chris Pincher.
En su carta de dimisión al primer ministro, Quince señaló que se apartaba del Ejecutivo con "gran tristeza" después de que Johnson reconociera -tras negarlo en un principio- que sí sabía que el diputado Chris Pincher -exresponsable de la disciplina del grupo parlamentario conservador había sido investigado en el pasado por comportamientos inapropiados hacia hombres.
Pincher habría manoseado a dos hombres en un club privado de Londres asociado al Partido Conservador: "Bebí demasiado, me he avergonzado a mí mismo y a otras personas, pido disculpas", declaró, informó Rtve.
Por su parte, Laura Trott señaló en su cuenta de Facebook que la confianza en la política es de "gran importancia", pero que en los últimos meses esa confianza "se ha perdido", señaló DW.
Profunda crisis
Las dimisiones de Sunak y Javid -que eran considerados piezas clave en el Ejecutivo británico-, no fueron las únicas que se produjeron el martes.
Además renunciaron otros diputados que ocupaban cargos de menor responsabilidad, entre ellos Bim Afolami, que dimitió como vicepresidente del partido, y Andrew Murrison, que se apartó como enviado comercial ante Marruecos.
Asimismo, presentaron ayer la dimisión dos secretarios privados en el Partido Conservador, Jonathan Gullis y Saqib Bhatti.
El primer ministro conservador está hoy sumido en su crisis más profunda desde que ganó las elecciones generales de 2019. Tras las nuevas dimisiones, Johnson compareció en la sesión de control en la Cámara de los Comunes, en la que tanto los partidos de la oposición como algunos diputados conservadores le exigieron la renuncia. "
El trabajo de un primer ministro en tiempos difíciles, en circunstancias en las que se le ha dado un mandato colosal, es seguir adelante y eso es lo que voy a hacer", afirmó el jefe del Gobierno.
En menos de 24 horas, alrededor de una decena de funcionarios han abandonado sus cargos, entre ellos también se encuentran el procurador general Alex Chalk y Laura Trott, secretaria parlamentaria en el Departamento de Transporte.
“Después de toda la sordidez, de todo el fracaso, está claro que este gobierno conservador se está derrumbando“, señaló el líder del Partido Laborista, Keir Starmer.
Por su parte, el jefe del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, calificó el mandato de Johnson como un “gobierno de caos que le ha fallado al país” y le conminó a renunciar.
Estos llamamientos ocurren menos de un mes después de que el primer ministro enfrentara una moción de censura en el que 41% de los legisladores de su propio partido votaron contra él.
Aquel intento de destituirlo tuvo lugar después de que salieron a la luz pública fotos y pruebas de encuentros y celebraciones en la sede del gobierno mientras el resto del país se encontraba confinado por las restricciones impuestas por el propio gobierno de Johnson durante la pandemia de Covid-19.
1. El origen de la crisis
El pasado 30 de junio, el diario británico The Sun publicó una información según la cual el entonces subjefe de la bancada del Partido Conservador en el Parlamento, Chris Pincher, había manoseado a dos hombres en un club privado en Londres.
Pincher, quien había sido nombrado en ese cargo por Johnson en febrero de este año en medio de una reorganización del Ejecutivo, renunció inmediatamente.
A los pocos días, los medios británicos publicaron información sobre al menos otros seis casos de supuesta conducta sexual inapropiada por parte de Pincher ocurridos en los últimos años.
Pincher, quien fue suspendido por el Partido Conservador, ha pedido disculpas y ha dicho que cooperará plenamente con las investigaciones sobre su conducta y que está buscando “apoyo médico profesional”.
2. ¿Cómo está implicado Boris Johnson?
Aunque el primer ministro británico no es quien ha incurrido en conductas sexuales inapropiadas, el escándalo de Pincher lo coloca en una situación difícil debido a que se está cuestionando su buen juicio así como la transparencia con la que el gobierno ha manejado el caso.
El pasado 1 de julio, la oficina del gobierno le dijo a la prensa que Johnson no sabía que hubiera acusaciones contra Pincher antes de su nombramiento.
El portavoz del gobierno dijo que el primer ministro no era consciente de “acusaciones específicas” sobre Pincher.
Esa fue la misma línea que mantuvieron en los días siguientes varios miembros del gabinete.
Sin embargo, el 4 de julio, el portavoz del mandatario dijo que Johnson conocía sobre “acusaciones que fueron resueltas o no progresaron hasta la fase de queja formal” y que no se había considerado apropiado detener el nombramiento de Pincher debido a “acusaciones no sustentadas”.
Esa misma tarde, sin embargo, la BBC reveló que Johnson había sido informado sobre una queja formal sobre el “comportamiento inapropiado” de Pincher, mientras este trabajó en el ministerio de Exteriores entre 2019-2020.
Esta queja llevó a un proceso disciplinario que confirmó que sí hubo un comportamiento inapropiado.
Posteriormente en una entrevista con la BBC, Johnson dijo: “Hubo una queja que me hicieron llegar a mí específicamente… fue hace mucho tiempo y me la presentaron de forma oral. Pero eso no es excusa, yo debí haber actuado a partir de ella”.
El primer ministro calificó como “un error” haber nombrado a Pincher, de quien dijo que se había comportado “muy, muy mal”, por lo que pidió disculpas a las personas afectadas.
3. ¿Por qué cuestionan al primer ministro?
“Todo esto se trata de una cosa: la verdad”, señala Chris Mason, editor de Política de la BBC al analizar la crisis en marcha en el gobierno británico.
El llamado “Partygate” dañó la credibilidad del gobierno de Johnson.
“Al margen de la marejada de detalles y acusaciones, todo se reduce a si la gente puede creer lo que dice el número 10 (como se llama coloquialmente al Ejecutivo británico)”, agrega.
Y es que la respuesta del Ejecutivo al escándalo de Pincher ha ido cambiando progresivamente a medida que han ido surgiendo otros elementos, como ocurrió durante el llamado “Partygate”, el caso sobre las fiestas realizadas en la sede del gobierno durante el confinamiento por el coronavirus, en el cual finalmente se comprobó que incluso Johnson había asistido a alguna de estas reuniones sociales.
“Las preguntas se refieren a lo que Boris Johnson sabía y cuándo lo supo. Y las respuestas siguen cambiando, a menudo en respuesta a hechos incómodos que demuestran que su anterior defensa era una basura, o al menos no tan sincera como podría haber sido”, señala Manson.
4. ¿Qué puede ocurrir ahora?
En teoría, tras haber sobrevivido a la moción de censura en su contra hace apenas un mes, Boris Johnson está protegido de otra iniciativa semejante durante un año.
Esto se debe a que así lo establecen las reglas actuales del Comité 1922, el grupo que agrupa a los legisladores comunes del Partido Conservador británico. Estas señalan que ese es el periodo que debe transcurrir para poder volver a someter a cuestionamiento al líder del partido.
Sin embargo, los críticos de Johnson quieren aprovechar la convocatoria para renovar a la directiva de ese comité para intentar tomar el control del mismo y cambiar esa regla para hacer posible una nueva moción de censura.
Johnson flanqueado por los dos ministros salientest, Rishi Sunak (dcha) y Sajid Javid.
El legislador conservador Andrew Bridgen, uno de los más críticos con Johnson, le dijo a Sky News que espera que la nueva directiva esté a favor del cambio de esa regla y que así se pueda eliminar esta limitación antes de las vacaciones de verano.
Consultado por la BBC sobre la viabilidad de este cambio en la normativa, Sir Graham Brady, actual jefe del Comité 1922, dijo que “técnicamente es posible”.
En la votación ocurrida hace un mes, Johnson obtuvo 211 votos a favor y 148 en contra.
Sin embargo, su situación política se ha deteriorado más en los últimos días con el escándalo de Pincher, primero, y ahora con las renuncias en su gobierno.
Otro mecanismo que podría llevar a la salida de Johnson es que se convoque un voto de censura en el Parlamento, en el cual los legisladores de todos los partidos puedan participar.
Esa iniciativa ya ha sido propuesta por los Liberales Demócratas, pero para que pueda prosperar necesitaría ser presentada por el Partido Laborista y el gobierno tendría que estar de acuerdo en que se incluyera en la agenda del Legislativo.
La ministra de Cultura ratificó que está 100% junto a Johnson
La ministra de Cultura, Nadine Dorries, ratificó que está 100% junto a Johnson.
También es posible que sigan produciéndose renuncias dentro del gabinete que aumenten la presión política sobre Johnson para que renuncie.
Pero hay varios ministros que ya han ratificado su confianza en Johnson. Entre estos se incluye la ministra de Cultura, Nadine Dorries; la ministra de Interior, Priti Patel, y el ministro para la oportunidades del Brexit, Jacob Rees-Mogg.
Johnson capear el temporal adverso como ha hecho en crisis anteriores
También existe la posibilidad de que el mandatario británico logre capear el temporal adverso como ha hecho en crisis anteriores que ha enfrentado su gobierno, aunque los analistas coinciden en que se le está acabando el tiempo.