Monseñor Alfonso Miranda, secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, manifestó su indignación sobre el golpe que tuvo la iglesia mexicana tras el asesinato de dos sacerdotes en la ciudad de Poza Rica, Veracruz.
En entrevista con Adela Micha para Grupo Imagen Multimedia, Miranda señaló que los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Juárez de la Cruz, fueron secuestrados después de que un grupo de desconocidos irrumpiera el domingo por la noche en la iglesia de Nuestra Señora de Fátima.
Nos enteramos” a través de “los medios” de comunicación; agregó que junto con los sacerdotes también fue ‘levantado’ un acompañante que trabajaba con ellos: “Nos sentimos tristes, consternados, dolidos” tras este hecho “que viene a sumarse a una infinidad de asesinatos”.
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Una ‘estrecha’ comunicación ‘con las autoridades’ competentes, con el fin de ahondar en las investigaciones en la que participan los tres órdenes de gobierno de Veracruz, son la única respuesta que han recibido por parte de los elementos de seguridad Alfonso Miranda y el Episcopado Mexicano.
Duele porque son muchos estados” afectados. En noviembre fueron otros dos sacerdotes” privados de la vida, que eran “queridos y aceptados por el pueblo, cumplidores con su deber (…) Somos parte de todo lo que sucede en el país”, lugar “donde está recrudecida la violencia y, nosotros, como los ciudadanos que somos, aguantamos con el pueblo”, puntualizó.
Para finalizar, el secretario recordó que la semana pasada, integrantes del Episcopado, provenientes de Veracruz, Chiapas, Guerrero y Michoacán, tuvieron un curso para orientar a las casas religiosas en ‘situación de violencia’, el cual fue impartido en Monterrey, Nuevas León.
Con información de Excelsior