Todo proceso inflacionario conlleva una situación difícil, pero aún así, hay ganadores y, también, hay perdedores. Y esto es lo que está sucediendo en los Estados Unidos.
Mario Beroes/El Político
Un proceso inflacionario hace que el dinero rinda menos. En este caso, el estadounidense ve como sus dólares rinden cada vez menos, aunque lo cierto es que en los mercados internacionales de divisas el dólar estadounidense está en máximos en dos décadas.
Quién gana
Los primeros ganadores son los que están en el ramo de la importación de productos y servicios del exterior, ya que bajan sus costos de traer mercaderías o contratar servicios de fuera.
Según datos de la Oficina del Censo, entre enero y junio de 2022 las importaciones de bienes y servicios superaron los $ 2 billones.
De la misma manera, y aunque no son muchos, particularmente después de la pandemia de coronavirus, los que viajen al exterior pueden hacer que sus dólares rindan más.
El 31 de agosto de 2021 por $ 10 el cambio oficial era de € 8.45, esta semana te dan, ignorando las comisiones, € 10, un 18 % más.
Eso sí, la inflación en la zona euro es de un 9.1% interanual, un poco más que el 8% de EEUU.
También ganan quienes envían y reciben remesas desde Estados Unidos.
Con la pandemia, según el Banco Interamericano de Desarrollo, los envíos de remesas a América Latina y el Caribe marcaron en 2021 un récord de $ 128.000 millones, un repunte del 26%, el más alto en dos décadas.
El principal destino fue México, con $ 51.590 millones, seguido de Centroamérica con $ 34.100 millones, Sudamérica con $ 24.300 millones y el Caribe con $ 18.160 millones.
Quiénes pierden
Aunque no lo parezca, son también los que se dedican al ramo de la exportación los principales perdedores.
Los productos manufacturados en EEUU resultan más costosos a los clientes internacionales y eso le resta competividad al producto del país
Y de la misma manera que los viajeros al exterior y expatriados ganaban poder adquisitivo, lo pierden los visitantes que llegan a Estados Unidos, lo que va a suponer un golpe para la industria turística.
Las que igualmente se verán afectadas son las multinacionales estadounidenses: los ingresos obtenidos fuera por las compañías del país se traducen en menos dólares.
Un ejemplo claro son Apple o Microsoft, que en el primer trimestre generaron un 63% y 50% de sus ingresos fuera del país, según CNBC.
Y las economías emergentes, cuyos gobiernos y principales empresas suelen emitir deuda denominada en dólares.
Una moneda estadounidense sobrevalorada les encarece la financiación.
A lo que hay que sumar las economías que importan sus fuentes de energía, particularmente el petróleo, que se paga en unos dólares cada vez más caros; por no hablar de lo que se ha encarecido nominalmente después de la invasión rusa a Ucrania y las sanciones internacionales