Un día después de la batalla abierta entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón por culpa del estilo de Podemos, Irene Montero ha admitido que una parte sustancial del "debate interno" que está sufriendo el partido tiene que ver con la manera en la que la formación morada debe pactar con el PSOE, subrayando que la postura de Iglesias es relacionarse de "igual a igual" y sin regalarle el gobierno a cambio de nada; e insinuando que la posición de Errejón es más complaciente.
En rueda de prensa tras la Junta de Portavoces, Montero ha manifestado que hay "muchas posiciones diversas", en la que ha dejado claro que Iglesias está en la de "una mayor relación de igualdad con el PSOE, de entendernos de igual a igual" porque quienes han votado a Podemos no quieren "que regalemos un gobierno al PSOE, sino para que lleguemos a una acuerdo para un gobierno de progreso y echar a Rajoy". "Hay otro eje u tendencia que tiene más que ver con una relación distinta. Distinta de la que he planteado ahora", ha continuado Montero, que ha preferido guardarse de asociarla a "nombres concretos".
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"Les puedo dar mi opinión, que la he manifestado con rotundidad. La de otros compañeros creo que deben ser ellos quienes las expresen, si es que las tienen, quizá no las tengan".Entre tanto, la corriente errejonista ha amanecido con una orden clara: había que intentar enfriar la polémica y apagar el incendio. Y, para dar ejemplo, ha comenzado el mismo secretario de Política, quien ha minimizado el encontronazo de ayer ante los periodistas y, además, ha arrancado el día difundiendo en Twitter una canción de rock del duro. Como respuesta a la afirmación envenenada de Iglesias de que Podemos tiene que sonar más a la música de Bruce Springsteen que al pop comercial de Coldplay.
El problema es que el debate interno en Podemos se ha desbocado y parece complicado que se pueda reconducir una vez que los dos principales líderes de Podemos han puesto el foco público en sus discrepancias. Podemos debe ser "amable", "transversal" y "no dar miedo", como dice Errejón, o debe recuperar el lenguaje más izquierdista y pegado al conflicto social, como propugna Iglesias."Hay partidos que discuten por posiciones y hay partidos que contrastan ideas y que caminan juntos", ha manifestado Errejón, para restar importancia a la disputa.
El ‘número dos’ de Podemos ha buscado enfriar la situación y ha dicho que el día después de su enfrentamiento es un día "como todos" los demás. "Un día en el que discutimos de política, que es lo que hemos hecho y lo que nos ha permitido llegar hasta aquí. Nosotros discutimos de política y en abierto", ha señalado, recalcando por dos veces como coletilla de cierre que "somos compañeros" para acabar sus tres breves y apresuradas respuestas a los medios de comunicación.
Mientras la sensación de guerra abierta se mantiene, ya hay voces que critican el momento de una confrontación que se está produciendo a unos días de las elecciones gallegas y vascas. Por la influencia que pueda tener en los electores. En declaraciones a Europa Press, la portavoz de En Marea en el Congreso, Alexandra Fernández, considera "quizás no sea el momento más adecuado" airear estas diferencias en público" y esperó que no afecte directamente a la campaña electoral.
Por su parte, el líder de En Comú Podem, Xavier Domenech, ha pedido que este debate se haga de manera "responsable", aunque ha reconocido que es algo que lleva discutiéndose en Podemos desde el pasado 26 de junio, cuando buscaron la causa de la pérdida de votos. "Es normal que ese debate exista, lo que no es normal es que dos tuits abran ese debate mediático", ha dicho.
Con información de El Mundo