Los servicios de TV vía streaming siguen siendo afectados por una estampida de suscriptores, quienes cada día son menos.
El Político
La contracción de la economía vienen golpeados el bolsillo de los suscriptores, así como de los creadores de contenidos, para los servicios de TV vía streaming.
Los precios de los servicios ya no son accesibles para muchos. Por lo que estos prefieren darle prioridad a cubrir necesidades más relevantes, como alimentación o vivienda, sacrificando gastos en entretenimiento.
En esta reducción en la demanda, se ven perjudicados no solo los suscriptores. Pues los creadores de contenidos también ver mermados sus ingresos, ya que muchas producciones terminan siendo canceladas. Incluso, algunas no llegan a ver la luz del día.
La crisis de #Netflix: los efectos en la industria del entretenimiento ? https://t.co/92Xr7pAopz
Creadores, productores, actores y usuarios también han sufrido las consecuencias del bajo desempeño de la televisión en streaming. pic.twitter.com/wZqIwanu1t
— Portafolio (@Portafolioco) December 20, 2022
Lo que se dice: la cifra de
suscriptores no aumenta
Se trata de una realidad que no se puede evadir por los momentos. Pues la cifra de abonados cae o no crece, gracias al aumento del costo de la vida, a los cuatro vientos de la geografía planetaria.
Debido a que la clientela que contrata servicios de streaming es cada vez más reducida, las operadoras de entretenimiento buscan la manera de mantener a sus suscriptores. Se ofrecen paquetes promocionales, ofertas atractivas. Sin embargo, en esta búsqueda de fidelidad, las plataformas cometen errores.
En efecto, la audiencia es cada vez más exigente con las programaciones que se ofrecen, sobre todo con los nuevos contenidos. Pero muchas operadoras ofrecen solo "refritos". Y por eso también se pierde audiencia, fidelidad, abonados, ganancias.
La televisión en streaming ? atraviesa una crisis existencial que afecta tanto a sus creadores como a los espectadoreshttps://t.co/vM4ojsaptu
— ? Enorable.com ? (@Enorablecom) December 20, 2022
Entre líneas: ¿nada nuevo para mostrar?
Pero las operadoras insisten en un guión que no da resultados. Pues apuestan una vez más por historias que ya han sido contadas, como El Señor de los Anillos, en Amazon Prime Video; o producir spin offs como La Casa del Dragón, en HBO; o Andor, de Disney Plus. Como se evidencia, nada de originalidad. Así que nos preguntamos si: ¿la realidad económica que atravesamos y las malas decisiones de las operadoras streaming harán que estemos acudiendo al funeral de la televisión de calidad?
Expertos en el área del entretenimiento digital creen que las compañías ahora rivales están condenadas a agruparse. También a ofrecerse por un reducido precio mensual. Lo que ya hace vislumbrar un futuro que nos retrotrae a los superados tiempos de consolidación de la televisión de pago por cable.
El otrora gigante Netflix, ahora apunta por un modelo de negocio basado en la publicidad, por un precio más bajo en su servicio. Sin embargo, uno de los atractivos de Netflix es —precisamente— la programación sin anunciantes. También han tomado medidas enérgicas contra el uso compartido de contraseñas.
Siguen las cosas bastante mal para Warner Bros Discovery y puede que veamos una mayor crisis para el mundo del 'streaming' en general ?https://t.co/0bre5RcmGi
— Luis Eduardo Galé (@Luisedugale) December 20, 2022
Detalle: ¿streaming vs calidad de antaño?
Paradójicamente, la muerte de la televisión de prestigio y alta calidad, como la conocimos y disfrutamos, comenzó con las competencias de los servicios de streaming. Ofertas que hoy afrontan una baja en el número de sus fieles abonados.
Además, hay otro modelo que no es nada rentable. Se trata de los "atracones", es decir estrenar toda la temporada de una sola vez, para recuperar audiencia y captar nuevos suscriptores.
Por otro lado, la pandemia de la Covid 19 ayudó mucho a que esta merma en los ingresos de las operadoras streaming se afianzara. Sin embargo era un momento excelente para captar audiencias cautivas en cuarentena. Pero esto tampoco se logró.
En todo caso, pareciera que estamos frente al final de la era de oro de la televisión. ¿Será también el ocaso para los contenidos de calidad? Lamentablemente, es muy probable.