Si alguien hubiera dicho hace algunos años que China el país más poblado de la tierra, sería tan pronto como en 2023, superado en habitantes por la India, simplemente se le hubiese tachado de loco o desconocedor de la realidad universal.
El Político
Pero cuando se conoce que este gigantesco monstruo, por primera vez en 60 años, la población de China ha disminuido hasta alcanzar su tasa de natalidad nacional un mínimo histórico: 6,77 nacimientos por cada 1.000 personas, no quedará más opción que reconocer esta realidad tan asombrosa: China perdió 850.000 habitantes en 2022.
Actualmente cuenta con 1.411 millones.
Es la primera vez que registra un descenso en 61 años, según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del gigante asiático.
La tasa de fecundidad del país ha caído hasta los 1,3 hijos por mujer, por debajo de la tasa de reemplazo requerida para que una población crezca.
“Cualquier sociedad con una tasa de fecundidad por debajo de los dos hijos acabará decreciendo a no ser que tenga inmigración”.
Este no es el caso de China, asegura el director del Centre d’Estudis Demogràfics de la Universidad Autònoma de Barcelona, Albert Esteve.
Por qué es importante
El descenso no es algo que haya sorprendido a los demógrafos. Su índice de natalidad ha estado disminuyendo durante años, lo que ha forzado a las autoridades a impulsar una serie de políticas para tratar de frenar la tendencia.
A pesar de ello, y siete años después de poner fin a la política del hijo único, China ha entrado en una "era de crecimiento negativo", tal y como la describen desde la Oficina Nacional de Estadísticas de China.
En números
Las cifras son aún más elocuentes al ser comparadas con las de otros países.
En 2021, en Estados Unidos nacieron 11,06 bebés por cada 1.000 habitantes, año en el que en India se produjeron 16,42 nacimientos. En China, en ese mismo año, la tasa de natalidad fue de 7,52 niños por cada 1.000 habitantes.
En contexto: Reto para Xi Jinping
Todo parece indicar que para el tercer período gubernamental de Xi Jinping el envejecimiento de la población se acelerará sensiblemente. Lo que representará un importante escollo para los planes oficiales de estímulo al crecimiento y el manejo de la crisis económica.
Los grandes gurús de la demografía mundial ya predicen que a partir del año 2023 la población del gigantesco país de Asia comenzará a encogerse inexorablemente.
Al ver envejecer su población, China se queda lentamente sin mano de obra joven, su principal motor productivo.
Ello tiene serias implicaciones para el futuro de la gran nación y para su timonel.
Panorama general
Investigadores del Financial Times anticipan que durante los próximos cinco años la cohorte de ciudadanos que se volvieron padres durante la política de “un solo hijo”, que comenzó en 1980, avanzará desde sus 60 o 70 años hacia sus 80.
Este inmenso contingente de personas —cerca de 85 millones de ciudadanos— que inevitablemente enfrentará costosas enfermedades crónicas se transformará en un área de atención económica constante por parte del Estado
Esa política se revisó en 2016, pero muy pocos quisieron agrandar sus familias: tener dos hijos resulta carísimo. Criar tres hijos -como pretende Pekin que ocurra mágicamente desde 2021- es una cosa reservada a los más ricos.
Muy poco o casi nada se ha logrado con el esfuerzo gubernamental que se inició en 2016 para aumentar la tasa de fertilidad, ni tampoco con sus férreos programas para controlar los abortos.
Ya no existe la política de un solo hijo, pero los jóvenes desde la pandemia se encuentran muy desincentivados de traer un nuevo miembro a la familia.
La política de Cero Covid y el temor ya atornillado en el ánimo de la población a los encierros prolongados, por el efecto que producen en los empleadores, contribuyen a que se esquive el matrimonio y, por ende, los embarazos.
Lo que estamos viendo: cae la economía
La economía de China se está desacelerando mientras intenta adaptarse a una estrategia castigadora de "cero covid" y al debilitamiento de la demanda mundial.
La economía china se desaceleró con fuerza en el cuarto trimestre, con un crecimiento interanual del 2,9%, según datos de la Oficina Nacional de Estadística. Eludiendo el primer año de pandemia (en 2020 fue de 2,2%), es la peor performance en décadas.
Quizás sea tiempo de que Xi Jinping reflexione sobre sus últimos pasos en falso.
En poco tiempo se mostró demasiado amenazante. Exhibió valores muy alejados de lo que demanda la actualidad. Y ahora probablemente vaya a necesitar de Europa y Estados Unidos -sus principales compradores e inversores– más que nunca.
Tal vez sea hora de que revise sus alianzas. Y que abandone a Vladimir Putin.
La caída de la población no ayuda a mejorar los escenarios futuros.
En conclusión
En definitiva, China está pagando las rigideces de las políticas demográficas de hace más de 40 años.
De acuerdo con el gobierno, ellas evitaron el nacimiento de 400 millones de chinos. Pero el asunto se ha transformado en una pesadilla para quienes miran hacia el futuro.
Hay quienes piensan que una de las bases de la política Cero Covid tiene un asidero determinante en este problema demográfico, ya que una contaminación en masa solo le agregaría dramatismo a este colosal problema.
Así inaugurará el timonel Xi su tercer mandato.
Fuente: Agencias