Pastores evangélicos, obispos e incluso algún payaso integran la larga lista de candidatos a un cargo en las elecciones municipales que Brasil celebrará el próximo 2 de octubre, una prueba que perfilará el mapa político del país tras la reciente destitución de Dilma Rousseff.
Los brasileños tendrán que elegir entre 475.000 candidatos de los que una gran mayoría, unos 443.000, optan a una concejalía y alrededor de 16.000 a una alcaldía en 5.570 ciudades, en la primera cita electoral desde que Michel Temer, líder del Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), sustituyó a Rousseff (Partido de los Trabajadores) en la Presidencia.
Los electores brasileños están acostumbrados a candidatos llamativos y no se sorprenden por la presencia de los personajes más extravagantes en las listas.
Una de las más famosas es Fernanda Costa, hija del narcotraficante Fernandinho Beira-Mar, el capo de la droga más importante que ha surgido en Brasil, que incluso tenía vínculos con las FARC, y que opta a una concejalía en Duque de Caxias, colindante a Río de Janeiro, por el Partido Progresista (PP).
Entre los más extravagantes está Eduardo dos Reis, conocido en el mundo artístico como el payaso Atchim (achís) que se hizo famoso en la década de los 80 con su compañeros Espirro (estornudo) y que ahora compite como concejal por Sao Paulo -la ciudad más rica de Brasil– por el Partido Republicano Brasileño.
No menos estrambótico es Walter Branco, imitador de Walter White, el protagonista de la serie Breaking Bad, que quiere ser concejal en Campinas, en el estado de Sao Paulo.
Jefferson Almeida pretende aprovechar la fiebre desatada por Pokémon Go para ganar votos y se presenta también a concejal en Paula Freitas (Paraná) con el apodo de Pikachú.
En las listas electorales compiten además un buen número -unos 6.600- de hombres y mujeres de la iglesia.
De hecho, las candidaturas de pastores de la Iglesia crecieron un 25 % en relación a las municipales de 2012, según los datos del Tribunal Superior Electoral (TSE).
En esta convocatoria aparecen unos 2.750 "pastores", alrededor de 550 "pastoras", casi 2.200 "hermanos", 150 "padres" e incluso 60 obispos, entre ellos Marcelo Crivella, favorito a la alcaldía de Río de Janeiro, que es sobrino de Edir Macedo, fundador de la poderosa e influyente Iglesia Universal.
Tampoco faltan los candidatos con cuentas pendientes con la Justicia, como Maurilio Arruda del PTC (Partido Laborista Cristiano), exalcalde de Januaria, en Minas Gerais, que aspira a la reelección pese a haber sido detenido por corrupción.
Polémica es también la candidatura a concejal de Marco Antonio dos Santos, del Partido Social Cristiano, que acudió a la cámara municipal de Río de Janeiro vestido como el dictador Adolfo Hitler, pero asegura que no es nazi y que es descendiente de judíos, aunque antes se había declarado musulmán.
Ahora se dice cristiano y próximo al movimiento "Nacional Democracia", en cuya página hay mensajes en defensa del coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, acusado de torturas durante la última dictadura militar.
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Las candidaturas incluyen a un gallego: Bernando Portes, que nació en Miño, en la localidad coruñesa de Betanzos y se trasladó con su familia a Brasil cuando tenía 12 años.
Ahora, Portes, de 25 años, se presenta como concejal en Teresópolis, en el estado de Río de Janeiro, por el Partido de los Trabajadores.
En Belo Horizonte la disputa tiene sabor a fútbol, puesto que los dos favoritos son el expresidente del Atlético Mineiro Alexandre Kalil y el exfutbolista João Leite, que jugó en ese mismo club, uno de los dos grandes de la capital de Minas Gerais.
La primera vuelta electoral se celebrará el día 2 de octubre y, aunque en muchas de las grandes capitales, como Sao Paulo o Río de Janeiro, se espera una segunda votación -el 30 de octubre- hay otras muchas localidades donde el resultado está ya más que anunciado.
Es el caso de Miraselva, un municipio de unos 2.000 habitantes del sur del país, donde por tercera vez sólo se presenta un candidato a la alcaldía y necesita apenas un voto para ganar, según la normativa brasileña.
La situación se repite en casi un centenar de ciudades, como en Mato Queimado (Río Grande do Sul) que desde el año 2000 sólo ha podido votar por candidatos únicos a su alcaldía.
Según datos del TSE, el perfil de los aspirantes en todo el país encaja con el de un hombre blanco, de mediana edad y con estudios superiores.
Apenas el 33 % de son mujeres, los blancos son mayoría (casi el 52 %), seguidos de mulatos (39 %), negros -menos del 9 %- y una representación simbólica, inferior al 0,5 %, de asiáticos e indios.
Su edad media oscila entre 35 y 55 años, algo más del 20 % asegura contar con estudios superiores y un 3 % admite que apenas está alfabetizado.
Con información de EFE