La dimisión del presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, de la Ejecutiva Federal del PSOE, en la que ostentaba el cargo de secretario de Reformas Democráticas, no ha obtenido el respaldo cerrado del PSPV. Unos 200 militantes se han concentrado ante la sede del partido en Valencia en apoyo de Pedro Sánchez y han pedido la renuncia de Puig como secretario general de su federación. “Mi dimisión [de la Ejecutiva de Sánchez, donde era secretario de Reformas Democráticas] ya se había producido meses atrás cuando la anterior dirección impidió al PSPV aglutinar una mayoría de izquierdas en la candidatura al Senado”, ha justificado Puig en una carta a las bases.
“Lo que ha sucedido [renuncia de la mayoría de la dirección de Sánchez] es un acto de fuerza impropio del PSOE que contraviene la reflexión y el debate que se pedía sobre la posición política del partido”, ha observado José Luis Ábalos, portavoz adjunto en el grupo parlamentario del PSOE en el Congreso y secretario general de la provincia de Valencia. Las direcciones provinciales del PSPV de Castellón y Valencia formalizaron su respaldo a Sánchez a principios de septiembre, mostrándose favorables a que tratara de formar un gobierno alternativo de izquierdas.
LEA TAMBIÉN: PSOE pide refuerzos a gobierno de Madrid por posibles disturbios
Emiliano García-Page, al frente de Castilla-La Mancha, fue el otro presidente autonómico que dimitió de la dirección socialista, donde era vocal. Quien no lo hizo fue Francina Armengol, que no renunció a su vocalía. “El PSOE tiene que continuar en la apuesta firme en el no al PP”, ha afirmado la única de los siete presidentes autonómicos en sintonía con Sánchez. “Es necesario de forma urgente un congreso en el que los militantes decidan quién es su secretario general y las estrategias políticas (…) Ante estas disyuntivas, quien tiene que decidir cuando hay un choque de trenes son todos los militantes”, se ha posicionado Armengol.
El secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero, ha afirmado tras conocer la invitación de Miquel Iceta, primer secretario del PSC, a que los partidos independentistas “colaboren” para formar un gobierno de cambio al PP, que es la prueba de que Sánchez “tenía un plan oculto para pactar con los que quieren romper España”.
El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha propuesto una comisión gestora “no contaminada” que convoque un congreso extraordinario. El dirigente regional se mostró partidario de una gestora “representativa”, en la que no pueden estar “los que hemos estado en la primera línea en este tiempo manifestando nuestra opinión, en este caso crítica”.
Con información de El País