Algunos han descrito la relación de Trump con sus abogados como "tóxica" debido, entre otras cosas, a los desacuerdos y las diferencias en la estrategia legal.
El Político
Esta relación tortuosa es producto de una serie de escándalos,, incluidas dos investigaciones del abogado especial, dos destituciones y -ahora- dos acusaciones.
En Nueva York, se espera que el exabogado de Trump, Michael Cohen, testifique en un juicio en marzo que organizó pagos ilegales de dinero por silencio durante la campaña de 2016 bajo la dirección del magnate.
En Miami, donde está previsto que Trump comparezca ante un tribunal federal el martes, las notas y el testimonio de su abogado Evan Corcoran dieron a los fiscales una hoja de ruta detallada para acusar al expresidente en las investigaciones sobre documentos clasificados.
¿Por qué es importante?
La historia de Trump de tratar a los abogados como perros de ataque y arregladores personales -formada por su tutoría bajo el infame Roy Cohn en la década de 1970- lo ha puesto en el peligro legal más precario de su vida, reportó Axios.
Corcoran, que sigue siendo miembro del equipo legal de Trump, se vio obligado a declarar después de que un juez determinara que había pruebas suficientes de que Trump lo utilizó para cometer un delito, una medida que traspasó el privilegio estándar abogado-cliente.
Panorama general
La acusación de 37 cargos desvelada el viernes alega que el equipo legal de Trump certificó falsamente al Departamento de Justicia que todos los documentos clasificados que el expresidente de EEUU se había llevado habían sido entregados en respuesta a una citación.
Trump supuestamente engañó a Corcoran al ordenar a su ayudante personal, Walt Nauta, que moviera docenas de cajas que contenían registros clasificados antes de que Corcoran llegara a Mar-a-Lago para llevar a cabo una revisión.
Entre líneas
La primera gran investigación de la etapa de Trump en el cargo descubrió que el entonces presidente podría haber obstruido la justicia al ordenar al asesor de la Casa Blanca Don McGahn que despidiera al abogado especial Robert Mueller. McGahn se negó.
En 2019, el abogado de Trump, Rudy Giuliani, trabajó con el presidente para presionar al gobierno ucraniano para que investigara a Joe Biden -lo que resultó en el primer juicio político de Trump-.
En 2020, Trump recurrió a un elenco de teóricos de la conspiración y juristas marginales para que le ayudaran a tratar de anular su derrota electoral -lo que llevó a un segundo juicio político y a una investigación penal sobre su papel en la insurrección del 6 de enero-.
¿Qué se puede esperar?
Trump entrevistó a nuevos candidatos para unirse a su equipo legal el lunes, después de que supuestamente luchó durante el fin de semana para encontrar abogados calificados -y dispuestos- a representarlo en el Distrito Sur de Florida.
Dos de los abogados de Trump renunciaron al día siguiente de su acusación la semana pasada. Alegaron que era un "momento lógico" para hacerse a un lado porque el caso fue presentado en Florida.
Timothy Parlatore, otro abogado de Trump que había renunciado un mes antes, dijo en CNN el viernes que las salidas eran "sorprendentes, pero no inesperadas". Dijo que se trata de una "situación difícil."
El exmandatario estadounidense es uno de los acusados más famosos y ricos del mundo. Pero su historial de arrastrar a sus propios abogados al barro le ha convertido en un cliente radioactivo.