Con el fin de lograr la expulsión de EEUU de Medio Oriente, Rusia e Irán acuerdan estrechar su cooperación militar.
El Político
Según El Confidencial, Washington lleva meses advirtiendo sobre el incremento de la cooperación entre Rusia e Irán, que ha desbordado el marco de la guerra de Ucrania y se extiende a otros ámbitos como la estrategia regional.
Este apoyo no solo se traduce en el suministro mutuo de equipamiento militar, formación y capacidades electrónicas, sino también en una alianza formal entre Moscú, Teherán y otros aliados como Damasco.
El objetivo final: expulsar a EEUU de Oriente Medio. El último episodio en este sentido ha sido la denuncia de la Casa Blanca, a finales de la semana pasada, de que Irán está creando una fábrica de drones de ataque en territorio ruso, que podría estar operativa a principios de 2024.
El Gobierno estadounidense hizo públicas varias imágenes de satélite de la zona económica especial de Alabuga, a unos 1.000 kilómetros al este de Moscú, donde cree que se situaría la instalación.
Panorama general
La Administración Biden ya había advertido de la existencia de estos planes el pasado diciembre, pero ahora sostiene que su ejecución ya ha empezado.
Esto choca con los desmentidos de Teherán, que insiste en que, si bien vendió a Moscú una cantidad indeterminada de drones de combate antes de la invasión de Ucrania, dejó de hacerlo tras el inicio de la ofensiva rusa.
EEUU asegura que eso no es cierto: según la inteligencia estadounidense, los vehículos no tripulados siguen llegando hasta Rusia a través del mar Caspio, en barcos fantasma que apagan sus transpondedores para evitar su rastreo, entre el puerto iraní de Amirabad y el ruso de Majachkala.
Otros detalles
El año pasado, la administración Biden publicó imágenes satelitales y hallazgos de inteligencia que, según dijo, indicaban que Irán vendió cientos de aviones no tripulados de ataque a Rusia.
Y durante meses, los funcionarios han dicho que EEUU creía que Irán estaba considerando vender cientos de misiles balísticos a Rusia, pero Washington no tenía pruebas de que se hubiera consumado un trato.
Denunció que “Rusia ha gastado la mayoría de estos vehículos aéreos no tripulados, usándolos para atacar la infraestructura crítica ucraniana dentro de Ucrania".
Y remató con lo siguiente: "Al proporcionar a Rusia estos vehículos aéreos no tripulados, Irán ha estado facilitando directamente la guerra de agresión de Rusia en Ucrania”.
¿Por qué es importante?
Según la Casa Blanca, Irán se ha convertido en el principal suministrador militar de Rusia desde mediados del año pasado, proporcionando también proyectiles de artillería y munición en cantidades masivas.
“A cambio, Rusia ha estado ofreciendo a Irán un apoyo sin precedentes en cooperación de defensa, incluyendo misiles, electrónica y defensa aérea”, afirmó el portavoz del Consejo Nacional de Seguridad estadounidense, John Kirby, el pasado 24 de febrero, el primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania.
De acuerdo con la información hecha pública por las autoridades estadounidenses, pilotos iraníes habrían empezado a recibir formación en Rusia para operar el caza avanzado Sukhoi Su-35,.
Teherán habría iniciado negociaciones para adquirir este y otros modelos de aeronaves rusos, así como helicópteros de combate, radares y equipos de entrenamiento.
Vigilancia y hackeos
Otra de las áreas en las que se ha estrechado la colaboración entre ambos países es el ámbito cibernético.
A finales de marzo, fuentes de la Administración Biden declararon al diario Wall Street Journal que Rusia estaba suministrando ciberarmas a Irán, no solo sofisticadas herramientas digitales de vigilancia —incluyendo aparatos de escucha, sistemas avanzados de fotografía y detectores de mentiras—, sino también software de hackeo y disrupción.
“Tanto Rusia como Irán tienen cibercapacidades sofisticadas y llevan mucho tiempo colaborando. Hace dos años, firmaron un acuerdo de cibercooperación que, según los analistas, se enfocó sobre todo en redes de ciberdefensa.
En el pasado, Moscú se ha resistido durante mucho tiempo a compartir capacidades digitales ofensivas con Irán, por miedo a que acaben siendo vendidas en la dark web”, según las fuentes del WSJ.
Ahora, en cambio, “las autoridades rusas han determinado que los beneficios de consolidar la relación militar con Irán superan cualquier desventaja”, de acuerdo con esas mismas fuentes.
Algunas de estas afirmaciones han sido corroboradas de forma independiente.
El centro de investigación Citizen Lab, de la Universidad de Toronto determinó que la empresa rusa PROTEI está proporcionando a la compañía suministradora de internet iraní Ariantel con herramientas para censurar la red.
Las herramientas de PROTEI
Según Citizen Lab, las herramientas de PROTEI son parte de un sistema en desarrollo que “permitirá a las autoridades estatales monitorizar, interceptar, redirigir, degradar o denegar directamente todas las comunicaciones móviles de los iraníes”.
La firma PROTEI es contratista del Ministerio de Defensa de Rusia, donde su software se utiliza para monitorizar las conversaciones de móviles o por correo electrónico, las transacciones con tarjetas de crédito y otras operaciones en línea.
A todo ello se suma ahora la iniciativa conjunta para empezar a ensamblar drones de diseño iraní en suelo ruso.
"Esta es una asociación de defensa a escala plena que es dañina para Ucrania, para los vecinos de Irán y para la comunidad internacional”, volvió a insistir Kirby la semana pasada en su comparecencia.
Atacar a los estadounidenses en Siria
En parte, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense se estaba refiriendo de forma críptica a otra reciente revelación, esta vez hecha pública en los documentos del Pentágono filtrados en un chat de Discord y examinados por el diario The Washington Post.
Según una exclusiva publicada el pasado 1 de junio, Rusia, Irán y Siria han establecido una alianza formal con el objetivo de hostigar a las fuerzas estadounidenses en Oriente Medio y expulsarlos de la región.
De acuerdo con uno de los documentos, altos funcionarios militares y de inteligencia de estos tres países se reunieron en noviembre de 2022 y acordaron crear un “centro de coordinación” para dirigir esta campaña.
El principal objetivo sería forzar la salida de las tropas estadounidenses de Siria, donde sigue presente un contingente de unos 900 soldados en apoyo de las llamadas Fuerzas Democráticas de Siria, la milicia mayoritariamente kurda creada con el respaldo de Washington para hacer frente al Estado Islámico en el norte del país.
El pasado domingo, este contingente sufrió un accidente de helicóptero que se saldó con 22 soldados estadounidenses heridos y evacuados para su hospitalización en Alemania.
Pero este plan tendría un componente más siniestro: según los documentos, Irán estaría entrenando a sus propias milicias aliadas en Siria para fabricar explosivos capaces de penetrar la coraza de los blindados estadounidenses,.
Ello con el propósito de generar un goteo de bajas que haga insostenible a medio o largo plazo la presencia de estas tropas en el país.
Fuerza Quds
El informe asegura que la Fuerza Quds, una unidad de elite de la Guardia Revolucionaria de Irán, ha tomado parte en el diseño de estos artefactos explosivos y proporcionado asesoramiento operativo sobre su posible uso.
Un alto oficial de esta unidad llamado Sadegh Modzadeh habría “identificado los vehículos blindados estadounidenses Humvee y Cougar en Siria” como los objetivos específicos designados para estos explosivos.
Se cree que habría planificado enviar a individuos en tareas de reconocimiento para que tomasen fotos de las carreteras y caminos utilizados por las fuerzas estadounidenses.
Hay que clarificar, sin embargo, que no hay evidencias de que Rusia tenga nada que ver con los planes para atacar a las tropas estadounidenses.
Pero algunos expertos lo consideran una consecuencia directa de la creciente alianza entre Moscú y Teherán. “Un resultado de los lazos militares cada vez más estrechos de Irán con Rusia es que tiene las manos más libres en Siria.
Ahora que Irán puede haber recibido luz verde de los rusos, quieren subir la apuesta gradualmente”, señala Farzin Nadimi.
Se trata de un analista especializado en Irán del Instituto Washington para la Política en Oriente Próximo, citado por el Washington Post.
El director de la CIA calificó la relación ruso-iraní de “preocupante”
El pasado febrero, el director de la CIA, William Burns, calificaba la relación ruso-iraní de “preocupante”, y aseguraba: “Se está moviendo muy rápido en una dirección muy peligrosa justo ahora”.
Y, aunque la mayoría de los expertos considera que esta colaboración es ante todo pragmática, derivada de la necesidad mutua de desarrollar mecanismos para capear las sanciones internacionales y de colaborar para hacer frente a un Occidente hostil, el carácter de esta alianza podría estar cambiando.
El profesor Emil Avdaliani de la Universidad Europea de Tiblisi, experto en relaciones regionales, señala que el propósito común de ambos países, en último término, es “crear un nuevo orden euroasiático”.
Y, para ello, echar a EEUU de la zona es un imperativo. Con toda probabilidad, para Teherán, apoyar a Moscú en Ucrania solo es el primer paso.
Expulsar a EEUU de Medio Oriente, el objetivo del líder supremo de Irán
Tras el ataque con misiles de Irán a dos bases estadounidenses en Irak, el ayatolá Ali Jamenei llamó a “acabar con la presencia corrupta de Estados Unidos en la región”.
Las fuerzas estadounidenses cuentan con entre 60 y 70 mil tropas en Medio Oriente.
Una decena de misiles lanzados desde Irán contra dos bases iraquíes con presencia estadounidense constituyeron el primer paso de la “venganza” de Teherán por la muerte del general Qassem Soleimani, ocurrida el 3 de enero tras un ataque aéreo de EEUU en el aeropuerto de Bagdad.
Mientras los Guardianes de la Revolución prometieron que la ofensiva fue solo el comienzo de las retaliaciones, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, sostuvo que ese bombardeo “no fue suficiente”.
“Lo que es importante es eliminar y acabar con la presencia corrupta de Estados Unidos en esta región”, aseveró Jamenei en un discurso en la ciudad de Qom.
La misión, ambiciosa, planteada por Jamenei, sin embargo, podría chocar con la realidad si se tiene en cuenta que, según diversas estimaciones, hay entre 50 y 70 mil soldados estadounidenses en Medio Oriente.
Vale destacar que los soldados estadounidenses están actualmente desplegados en al menos una decena de países en Oriente Medio, incluidos prácticamente todos los de la Península Arábiga con excepción de Yemen.
Irán suministra drones a las tropas rusa, y entrena en su uso, en el propio terreno de la guerra.
En resumen
En general, la estrecha colaboración militar entre Rusia e Irán en el Medio Oriente tiene varias razones importantes:
- Intereses geopolíticos: Ambos países comparten intereses geopolíticos en la región y buscan contrarrestar la influencia de Estados Unidos en el Medio Oriente. La presencia de Estados Unidos en la región ha sido vista por Rusia e Irán como una amenaza a su seguridad y a sus propios intereses estratégicos.
- Apoyo mutuo: Rusia e Irán han encontrado en su colaboración militar una forma de apoyarse mutuamente en sus respectivas agendas regionales. Rusia ha brindado apoyo militar y logístico a Irán, especialmente en el conflicto en Siria, donde ambos países respaldan al gobierno de Bashar al-Assad. Esta colaboración ha permitido a Irán mantener su influencia en la región y proteger sus intereses.
- Comercio de armas: La colaboración militar entre Rusia e Irán también se ha traducido en importantes acuerdos de venta de armas. Rusia ha sido uno de los principales proveedores de armamento para Irán, lo que le ha permitido a este último fortalecer su capacidad defensiva y militar en la región.
- Oposición a las políticas de Estados Unidos: Tanto Rusia como Irán han mostrado su oposición a las políticas de Estados Unidos en el Medio Oriente, especialmente en temas como el conflicto en Siria, el acuerdo nuclear con Irán y la situación en Yemen. La colaboración militar entre ambos países les permite fortalecer su posición y contrarrestar la influencia de Estados Unidos en la región.