Acorralado por la Fiscalía quedó el expresidente brasileño Jair Bolsonaro en la primera audiencia del juicio en su contra por "abusos de poder". Se le juzga, entre otras cosas, por sus críticas al sistema electoral durante la campaña para las elecciones de 2022 en Brasil. Los comicios los ganó el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.
El Político
El juicio en el Tribunal Superior Electoral se realizará en tres sesiones. Durante la primera de ellas, este jueves, el Ministerio Público afirmó que los abusos “están presentes en los autos”. Pidió que se apliquen “las penas de ley”, que supondrían despojar a Bolsonaro de sus derechos políticos por un plazo de ocho años.
El eje de la acusación es una reunión que Bolsonaro convocó con medio centenar de embajadores extranjeros en la residencia oficial de la Presidencia el 18 de julio de 2022. Allí planteó serios cuestionamientos acerca de la transparencia del sistema electoral.
Bolsonaro aseguró que buscaba “corregir fallas” del sistema de urnas electrónicas vigente con la “participación de las Fuerzas Armadas”. Agregó que la supuesta vulnerabilidad del sistema podía servir para manipular el resultado electoral en su contra.
La Fiscalía indica que cuestionó a "la propia democracia", y que incluso ordenó que dicho encuentro fuera transmitido por la televisión pública para crear una matriz de opinión en la ciudadanía.
Opinar no es delito, dice la defensa
El abogado defensor de Bolsonaro, Tarcísio Vieira, dijo que opinar no es delito y que su cliente está acusado “en realidad”, por expresar opiniones sobre el sistema de votación ante los embajadores.
Al presentar la defensa frente al TSE, Vieira reconoció que, en esa ocasión, “tal vez en un tono inadecuado, ácido, excesivamente contundente”, Bolsonaro no hizo más que “expresar sus opiniones sobre el sistema electoral brasileño”.
Calificó la reunión con los embajadores como un encuentro institucional. Y agregó que si dar sus apreciaciones constituyó una “propaganda anticipada”, pues la campaña aún no comenzaba, o si hubo “un uso indebido de edificio y medios públicos”, Bolsonaro debería ser multado, pero no perder sus derechos políticos.
Jair #Bolsonaro podría quedarse ocho años sin poder contender por volver a ser presidente de #Brasil. Esta es la razón… – @BrendaMIreles https://t.co/vCOzIFwbJH
— EjeCentral (@EjeCentral) June 23, 2023
Lo acusan de golpismo
El abogado acusador, Walber Agra, destacó que los señalamientos infundados de Bolsonaro condujeron a que sus seguidores tomaran las calles desenfrenados. "Desembocó en el asalto a los tres poderes de la Nación, ocurrido el pasado 8 de enero, ocho días después de la investidura de Lula, a quien la ultraderecha intentó derrocar ese día".
En ese sentido, el abogado afirmó que Bolsonaro debe ser condenado por sus “abusos de poder”, pero también por “prácticas golpistas”.
Ese último punto, según el abogado del Partido Democrático Laborista, autor de la demanda, se corrobora con sendos borradores de decretos hallados por la Policía en manos de cercanos asesores de Bolsonaro tras los sucesos de enero.
Esos documentos proponían, sin tapujos, anular el resultado de las urnas tras la victoria de Lula e incluso planteaban hasta una “intervención militar” para mantener a Bolsonaro en el poder hasta que se convocasen unas nuevas elecciones.
Entender al Brasil que busca hacia el centro
Un análisis hecho por El País destaca que las aguas agitadas de la política brasileña no se han estabilizado. Indica que el presidente Lula debe entender que el avance de la extrema derecha no ha acabado y que la izquierda radical de sus partidarios tampoco. En medio de esas fuerzas antagónicas el ciudadano común tiende a ir hacia el centro.
El Gobierno de Lula no puede olvidar que ganó las elecciones no tanto por él y por su partido de izquierda, indica El País. Ganó Lula porque tuvo la intuición de recuperar a una parte del centro que no quería votar por Bolsonaro pero tampoco por la izquierda.
La encrucijada para Lula es demostrar que el suyo no es un Gobierno solamente de izquierdas y que piensa en toda la sociedad. Especialmente se necesita un centro conservador con fuertes acentos sociales. Brasil es más que políticos de izquierda o derecha. Es un país con millones de pobres que requieren atención.
El juicio contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro continuará la próxima semana.
Fuente: EFE