Entre los inmensos desastres que el régimen Chávez-Maduro ha dejado como legado a Venezuela está la destrucción de la industria petrolera. Una de estas piezas es la refinería Isla, ubicada en la isla de Curazao.
Mario A. Beroes Ríos/El Político
La refinería de petróleo Isla, puede procesar 335.000 barriles diarios de petróleo. Sus inicios se remontan a 1916, cuando fue construída por la Royal Dutch Shell para procesar el petróleo venezolano en territorio neerlandés.
Papeles falsos, robos y demás arbitrariedades
El descubrimiento de una serie de documentos falsos de la Caribean Petroleum Refinery (CPR), empresa basada en la isla de Puerto Rico, obligó al parlamento de esta isla caribeña a detener el inicio de operaciones de esta compañía, dirigida por venezolanos y curazoleños que aspiraba a asumir las operaciones de la Refinería Isla.
La orden fue impartida por el primer ministro curazoleño, Gilmar Pisas, quien solicitó a los representantes de la empresa CPR “prepararse para responder” a las preguntas parlamentarias durante dos semanas, o incluso más, hasta después del receso de julio.
Esta empresa, con el ex presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), Luis Giusti a la cabeza, estuvo involucrado en un escándalo por la falsificación de unos documentos para la licitación.
La oposición curazoleña también involucra al primer ministro Gilmar Pisas, de haber "negociado con un estafadores la operatibilidad de la refinería".
Por qué es importante
El portal Crónicas del Caribe, en un reportaje de Aldrich Hermelijn, afirma que Quincy Girigorie, líder del principal partido de la oposición PAR, cuestiona al primer ministro; no tanto por el caso de CPR, que durante mucho tiempo fue el candidato preferido para asumir la operación de la refinería Isla, sino por la “mala información” que el primer ministro suministró al Parlamento.
La apuesta de CPR se desbarató, luego de que se hizo público que uno de sus socios financieros había falsificado los documentos que entregó para la licitación. En este proceso estaban al frente de CPR los venezolanos Raúl Ignacio Socorro Herrera, Javier Hernández y Luis Giusti.
“No estamos aquí para acusar al gobierno de Pisas de no haber logrado encontrar un operador para la refinería”, expresó Girigorie.
“Pero después de haber revisado varios informes, debo concluir que el gobierno no solo negoció con un estafador, sino que también sabía que se trataba de un estafador, que ocultó esta información al pueblo, encubrió ciertos asuntos en beneficio del estafador, siguió negociando con él, le entregó los tanques de productos derivados de petróleo en la zona de Bullenbaai y proporcionó información incorrecta al Parlamento”, fustigó el portavoz de PAR.
El líder opositor señaló que “si otros partidos no hubieran intervenido, ciertos medios de comunicación con su cobertura y el Banco Central (CBCS) con las denuncias ante la Fiscalía, este gobierno habría continuado las negociaciones con CPR y habría firmado un Acuerdo Marco”.
Una historia de falsificaciones, robos y demás irregularidades
El 28 de diciembre de 2022, medios de comunicación en Curazao informan sobre las falsificaciones y muestran pruebas al respecto.
Un día después, el 29 de diciembre, la estatal Refineria di Korsou (RdK) admite la irregularidad, pero afirma que se refiere al socio financiero potencial de CPR, y que el proceso con CPR continúa con el objetivo de firmar un acuerdo.
En realidad, las autoridades tenían en su poder desde el 30 de septiembre un documento falsificado, que supuestamente era la prueba de que el grupo disponía de los fondos requeridos.
A principios de octubre, RdK recibió la confirmación telefónica de que era una falsificación, “pero el primer ministro continuó con CPR", afirmó el partido PAR.
El 18 de octubre se recibió un informe de un banco británico (HSBC) relacionado con los fondos disponibles.
Resultó ser un documento falsificado. Esto quedó claro de inmediato, pero se solicitó a Forensic Services Caribbean que lo investigara más a fondo.
El 21 de octubre hubo una reunión de la comisión de líderes en el Parlamento, pero el gobierno no dijo nada. Al contrario, el mensaje oficial era que todo iba bien.
Una semana después, el 28 de octubre, el gobierno de Pisas recibió pruebas y solicitó una investigación exhaustiva de 35 documentos obtenidos de CPR.
El 22 de diciembre, el gobierno recibió el informe del Instituto Forense de los Países Bajos (NFI) y se descubrió que 34 de los 35 documentos eran falsificaciones.
Conclusión
El venezolano Raúl Ignacio Socorro Herrera vuelve a figurar en la posible adquisición y operatividad de la refinería. Esta vez no como líder de Caribbean Petroleum Refinery, sino con la compañía Baranka Petroleum Refinery (BPR).
Según los datos del Registro Mercantil de la Cámara de Comercio de Curazao, BPR fue fundada el 15 de junio de 2023. La sociedad de responsabilidad limitada, con sede en el Centro de Negocios Bon Bini en Schottegatweg Oost, cuenta con cuatro directores.
Además de Socorro, a quien el parlamentario Girigorie vincula con las falsificaciones de CPR, se encuentran los venezolanos Alejandro Alberto Márquez Bustos, quien anteriormente también estuvo involucrado como miembro de la junta directiva de CPR, Leonardo José Taborda y Javier Hernández, antiguo gerente de Pdvsa y director de la Refinería Isla.
BPR es una empresa de suministro para la extracción y exploración de petróleo y gas, empresa comercial, operador de carga, descarga y almacenamiento (para la industria marítima), entidad de gestión, explotación y comercio de patentes, licencias, etc.
No se sabe cuáles son los planes de BPR en relación con la refinería Isla y/o la terminal petrolera de Bullenbaai. Tampoco ha habido una respuesta sobre el tema de parte del director interino de RdK, Patrick Newton.