Entre octubre de 2022 y enero de 2023, al menos 10 oficiales del Servicio Secreto de Estados Unidos fueron mordidos por Commander, el perro pastor alemán del presidente Joe Biden, según datos del Departamento de Seguridad Nacional.
Judicial Watch, un grupo de vigilancia conservador, reveló que uno de los incidentes requirió que un oficial fuese trasladado a un hospital, de acuerdo con parte de archivos a los que tuvo acceso gracias mediante una demanda bajo la Ley de Libertad de Información.
Según Judicial Watch, una división del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) "no respondió adecuadamente" a una solicitud sobre registros de incidentes con mordeduras que involucraban a Commander, el cual sería el segundo perro de Biden que se comporta agresivamente con personal, también, de la Casa Blanca, reseña Associated Press.
Bajo un clima de estrés
Lo ocurrido por el comportamiento de Commander, el segundo perro presidencial luego de otro pastor alemán llamado Major, habría sido un asuto que pasaría bajo la mesa por parte de la Casa Blanca y el Servicio Secreto, precisa AP.
Sobre esto, la directora de comunicaciones de la primera dama Jill Biden, Elizabeth Alexander, dijo que en la Casa Blanca se estaría "trabajando en formas de mejorar" lo calificó como un "ambiente único y a menudo estresante" para quienes hacen vida en la sede del Ejectivo, entre ellos los animales.
Por su parte, portavoz principal del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, aseveró que estos tipos de incidentes con las mascotas de las familias presidenciales "no son una excepción", razón por la cual en las últimas administraciones buscan formas para "manejar mejor" estas situaciones.
"Nos tomamos muy en serio la seguridad y el bienestar de nuestros empleados. Estamos al tanto de incidentes pasados que involucraron mascotas de la primera familia y estos casos fueron tratados de manera similar a las lesiones comparables en el lugar de trabajo”, aseveró Guglielmi vía email.