El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, está enfrentando un momento histórico no solo en su vida sino también para el país: es el primer mandatario acusado formalmente por la Fiscalía y que podría enfrentar muchos años de cárcel.
El Político
Pero no solo la cárcel es una situación con la Trump debe lidiar, sino la traición que ha sufrido de primera mano, de aquellos líderes de la élite política en Estados Unidos, que una vez, fueron de su entera confianza y que además, ocuparon cargos importantes durante su mandato.
Y sí, estamos hablando del exvicepresidente Mike Pence, el exfiscal general de los Estados Unidos, Bill Barr y finalmente, el actual gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien además es su contrincante por la candidatura del Partido Republicano para las elecciones presidenciales en el año 2024.
Hasta aquí, el panorama parece bastante sombrío pero antes de entrar en detalles, naveguemos rápidamente por las tres imputaciones que pesan sobre el magnate norteamericano, que sueña con ser Presidente de Estados Unidos por segunda vez.
Décadas en la cárcel
El drama de Trump comenzó en marzo del año 2023, cuando oficialmente se convertiría en el primer exmandatario en ser imputado. En ese entonces, fue señalado por el caso del presunto pago ilegal a la actriz porno Stormy Daniels, durante la campaña electoral del 2016, a cambio de comprar su silencio.
En mayo de 2023, una corte de Nueva York, lo halló culpable por difamación y "abuso sexual" contra la escritora E. Jean Carroll. Además, el jurado determinó que Trump debía indemnizar a la mujer con unos 5 millones de dólares por el daño causado.
En junio de 2023, el magnate viajó hasta el estado de Florida tras ser acusado por un tribunal federal de poner en peligro la seguridad de Estados Unidos, en el caso que se le sigue por haberse llevado a su casa en Mar-A-Lago, unos documentos clasificados, una vez se fue de la Casa Blanca. Solo por este, se le imputan un total de 37 cargos.
Luego, como si de un plan orquestado a la perfección por la expresidenta de la Cámara de Representantes –y antiTrump– Nancy Pelosi se tratara, en agosto de 2023 fue acusado por cuatro cargos por delitos graves presentados por el fiscal especial, Jack Smith, donde es señalado de mentir presuntamente de manera repetida sobre los resultados de las elecciones del 2020 y "conspirar" por tratar de cambiar dichos resultados. Este es el cargo más delicado, ya que de ser declarado culpable puede pasar más de 55 años en la cárcel.
En todo este entramado de juicios y cargos que enfrenta el exmandatario republicano, una de las estocadas que reviven este drama, es el espaldarazo que ha sufrido Trump del establishment, del que es parte.
De amigo a su peor enemigo
El golpe más fuerte que recibió Trump, fue el de Mike Pence. Un hombre, que además de ser su amigo fue nombrado como su vicepresidente, en una llave que encajaba perfecto para aquel entonces.
Sin embargo, el pasado jueves, cuando Trump se presentó en Washington D.C para enfrentar los cargos presentados por el fiscal especial, Jack Smith -designado además por Joe Biden- el expresidente abrió fuego sin piedad.
Pence, quien también se postuló como precandidato a presidente, lanzó una serie de dichos difamatorios contra Donald Trump y defendió la decisión de la Casa Blanca de acusarlo por "socavar la democracia".
Pero toda esta novela, empeora cada vez más. Según el medio Fox News, salió a la luz que el fiscal Smith utilizó una serie de escritos de Pence para expandir la acusación contra Trump e incluso podría ser uno de los testigos claves en su contra.
President Trump was wrong in saying that I had some right to overturn the election. My duty on January wasn’t a belief, it’s the law and the history of this Country. pic.twitter.com/4O2NDs81Cf
— Mike Pence (@Mike_Pence) August 3, 2023
¿Qué tenían los escritos? Pues, relataban perfectamente el contexto de las protestas ocasionadas el 06 de enero de 2021 y días previos, las cuales fueron utilizadas por el Fiscal en sus acusaciones. Las mismas, estaban escritas a mano y eran como minutas de reuniones con Trump, en los últimos días de diciembre del año 2020 y los primeros días del año 2021, en las cuales expresaba que el para entonces Jefe de Estado realizó "falsas aclamaciones" que las elecciones habían sido interferidas.
Sin embargo, recordando un poco la época, el propio Pence salió públicamente a comentar que "lucharía" para que se contarán todos los votos validos "y se descartaran todos los votos inválidos", una realidad que aparentemente no estaban plasmadas en sus notas.
Tal como expresó el medio argentino, Derecha Diario, está la posibilidad que Pence haya escritos las notas, en una suerte de revisionismo histórico para ayudar a Biden a presentar formalmente una acusación. Si esto es verdad, no lo sabemos pero lo que si parece ser real, es que estas minutas habrían sido utilizadas como evidencia del último juicio, sin embargo no se ha determinado su validez en la corte.
Para añadir más leña al fuego, el exvicepresidente realizó un "tour mediático" donde se hizo de la situación legal de su contrincante electoral directo, para volver a mencionar su nominación en las elecciones presidenciales del próximo año, aún cuando no presenta puntos favorables en las encuestas. Una situación que empeoró, luego de haber traicionado públicamente a la máxima figura del Partido Republicano.
Today's indictment serves as an important reminder: anyone who puts himself over the Constitution should never be President of the United States.
— Mike Pence (@Mike_Pence) August 2, 2023
Uno de los comentarios se refirió a que Donald Trump se puso por encima de la Constitución de Estados Unidos al asegurar que las elecciones no pasaron por un proceso legal, sacando provecho a propulsar su campaña electoral, afirmando que si es elegido presidente, no se pondría por encima de la ley norteamericana.
Además -y quizá de una forma más insólita- aseguró que la acusación que reposa sobre el magnate no solo "perjudicaría" al Partido Republicano, sino que además presentaría una "distracción" sobre el drama de la familia Biden, relacionado al caso de su hijo Hunter y sus nexos con los escándalos políticos.
Desde el año 2020, Pence ha arremetido contra el expresidente, ya que nunca tuvo la intención de investigar las irregularidades que se presentaron en las votaciones en diferentes estados de Estados Unidos. Solo decidió darle la espalda.
De ser el más leal a su némesis
El exfiscal general de los Estados Unidos, Bill Barr, se pronunció en contra de Donald Trump antes de su comparecencia ante el tribunal por presuntamente conspirar para anular su derrota electoral en 2020.
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Ya era exfiscal general cuando se acercó de manera preventiva al Departamento de Justicia a mediados del 2018 para criticar la investigación sobre los vínculos entre la campaña presidencial de Trump y Rusia. Unos meses más tarde, el Fiscal General del exmandatario fue destituido, y unos meses después, apareció Barr otra vez en el radar.
En poco tiempo, fue un gran aliado de Trump durante su mandato. Efectuó su voluntad de manera muy amplia. Sin embargo, esa relación se comenzó a fracturar ante la negación de sus acciones y las falsas acusaciones en contra del exmandatario.
El rechazo se hizo público cuando finalmente sobre las elecciones de 2020 y las acciones del magnate. Para ese entonces, Barr le dijo a Associated Press que no había evidencia de fraude, lo que provocó una respuesta furiosa de Trump y, en poco tiempo, se concretó la expulsión de Barr. Pasó de ser visto como un aliado leal a los ojos del presidente a uno de una galaxia de exasistentes.
En una entrevista el mes pasado para Fox News Sunday, el exfiscal calificó como "muy, muy condenatorias" las acusaciones penales federales contra su antiguo jefe. Desde ese momento, el funcionario no ha parado con sus ataques, alegando que si la mitad de las acusaciones que posan contra Trump, son ciertas "está acabado".
Bill Barr: "I think it's a legitimate case. I don't understand the attacks on the department…for bringing this case…There was very grave wrongdoing here…I think it is unfair to say that this is abuse…The abuse was conducted by Donald Trump." pic.twitter.com/GUx8fmylqY
— Republican Accountability (@AccountableGOP) August 4, 2023
Ahora, sobre los cargos en su contra por el Asalto al Capitolio en 2020, Barr ofreció una entrevista para el medio CNN, donde alegó que Trump "sabía bien que había perdido las elecciones".
El abogado de Trump, John Lauro, calificó la acusación como un ataque a la libertad de expresión y dijo: "No hay nada más protegido por la Primera Enmienda [el derecho a la libertad de expresión] que el discurso político".
Bill Barr, quien renunció al cargo de fiscal general el 23 de diciembre de 2020, en parte porque él y Trump no estaban de acuerdo con los resultados de las elecciones, dijo que la libertad de expresión no es una defensa válida.
“No están atacando su derecho a la Primera Enmienda. Puede decir lo que quiera, incluso puede mentir. Incluso puede decirle a la gente que la elección fue robada cuando sabía que no”, dijo Barr a CNN.
El personaje que se desempeñó en su cargo más de un año, les "recomendó" a las personas allegadas al magnate neoyorquino no dejarse arrastrar por sus ideas ya que después les podría resultar contraproducente.
Ahora la estocada más fuerte que terminó de sepultar los recuerdos la realizó a través de una entrevista para el programa "Face The Nation" de CBS News, donde aseguró estaría dispuesto a testificar en contra del expresidente por el caso del Capitolio.
Una traición pasiva, entre las más peligrosas
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Casi llegamos al final de este entramado de culpas, deslealtad y falsía. Un tercer y último personaje del establishment se presenta en esta historia y es el precandidato republicano Ron DeSantis. ¿Por donde comenzamos?
El gobernador está en campaña, muy enfocado en recuperar todos los puntos perdidos en las últimas semanas e intentando recuperarse de los dramas por los que ha pasado su equipo. Pero revisando su agenda, vamos a enfocarnos en una aparición en Nevada hace un par de meses, donde le dijo a un grupo de votantes republicanos que le "preocupaba" que su partido hubiera "desarrollado una cultura de perder".
Ahí, con sus botas vaqueras para pasar casi "desapercibido" fue muy cauteloso con los detalles, no dijo explícitamente que Donald Trump fuera parte de esta cultura. Así como su oufit para ese momento, falló en ocultar lo que pensaba.
Pero, vamos a entender un poco la situación. Digamos que la aprensión era comprensible, ya que las presiones dentro del partido en torno a la derrota del expresidente eran, y son, complejas y potencialmente dañinas. Por un lado, DeSantis quiere que los votantes republicanos sepan que deben mantenerse alejados de los candidatos que ya han perdido y enfocarse en las "nuevas caras". Por otro lado, más de dos tercios han apoyado fielmente a Trump, abrazando la teoría que la presidencia de Joe Biden es ilegítima.
Si DeSantis dijera que el expresidente realmente perdió, correría el riesgo de ser visto por la mayoría de la base de su partido como un traidor que se puso del lado de los demócratas, los funcionarios electorales, los jueces y las personas con acceso a las calculadoras. Si el gobernador dijera que las mentiras de Trump son ciertas y que la contienda electoral de 2020 fue “amañada”, socavaría la motivación de los votantes republicanos por un candidato nuevo y diferente.
Pasaron unos meses y DeSantis decidió lo que haría al respecto. Según NBC News, el floridano aseguró en un mitin en Iowa, que las denuncias de Trump sobre los falsos resultados de las elecciones del año 2020 "no resultaron ser ciertas" pero justo ahí siguió sin referirse directamente a su rival por la nominación republicana.
Sin duda, el gobernador no salió directamente y dijo: “Trump mintió sobre su derrota” pero DeSantis fue mucho más lejos que antes.
“Lo he dicho muchas veces, la elección es lo que es”, dijo DeSantis. “Todas esas teorías que se publicaron no resultaron ser ciertas”. Agregó que "varias teorías que se expusieron, ya sabes, demostraron no tener fundamento”.
Nótese el uso clásico de la voz pasiva: el republicano de Florida hizo referencia a “teorías que se expusieron”, evitando cuidadosamente referirse a los responsables de lo que llamó "teorías". Efectivamente, era la forma en que DeSantis aseguraba que todo el caso era una "mentira", en lugar de señalar directamente a los que estaban detrás del discurso, como expresó Steven Benen para MSNBC.
Sin embargo, el gobernador republicano que ha esquivado preguntas sobre Trump y la carrera de 2020 repetidamente durante meses, finalmente este 07 de agosto dio un giro significativo a su estrategia de campaña. Por primera vez declaró en pleno y sin ambigüedades que su principal rival en las primarias, fue derrotado en las elecciones de 2020.
?? | Ron DeSantis niega el fraude electoral contra el Presidente Trump: «Por supuesto que perdió en 2020». pic.twitter.com/TGuKUCIIo9
— ʜᴇʀQʟᴇs (@herqles_es) August 8, 2023
"Por supuesto que perdió", dijo en una entrevista para NBC. "Joe Biden es el presidente", dijo poniendo fin a su propio dilema que había manejado con mucha discreción como mencionamos anteriormente.
Este cambio parece reflejar el simple hecho de que DeSantis no podía apegarse a la misma retórica vaga indefinidamente y esperar ganar la nominación de su partido. Para tener éxito, deberá convencer a muchos republicanos de que Trump dijo tonterías y perdió su candidatura a la reelección.
Por lo pronto, Donald Trump se ha declarado inocente de todos los cargos, continúa haciendo campaña política y las estadísticas no mienten: Es el líder del Partido Republicano, por brechas muy amplias y extensas.
En un escenario hipotético que Trump gane las próximas elecciones presidenciales en el 2024… ¿Qué pasará con las traiciones? Por ahora, no lo sabemos, pero lo que sí es claro, es que este 2023 dejó al descubierto el establishment, especialmente del Partido Republicano, que parece estar cada vez más enfocado en evitar debilitarse.