Vagabundos, inmigrantes en estado de ebriedad, adictos y también delincuentes. Todos pueden ser vistos con tan sólo recorrer dos o tres cuadras de la emblemática Times Square.
El Político
La otrora Plaza Longacre, situada entre la Avenida Broadway y la Séptima Avenida, en la ciudad de Nueva York, se ha convertido en algo muy parecido a un depósito urbano de malvivientes.
Tales condiciones fueron corroboradas, la semana pasada, por periodistas del diario “The New York Post”.
El rotativo pidió a varios de sus comunicadores que efectuaran caminatas por Times Square.
Durante aquella asignación, los reporteros apreciaron a yonquis que fumaban pipas de crack, sin ningún tipo de disimulo.
De igual forma, pudieron ver a traficantes de droga que hacían negocios, ante la mirada inerte de oficiales de la policía.
En su narración, los periodistas destacaron la presencia de inmigrantes indocumentados que recorren todo Times Square sin reparos o temores.
Las condiciones, afirman algunos, se asemejan a las que vivió la ciudad de Nueva York antes del que el área fuera limpiada, en la década de 1990.
“Teníamos mucho más con qué trabajar”, comentó a “The Post” William Bratton, el recordado comisionado de la policía que trabajó, junto al entonces alcalde, Rudolph Giuliani, en el saneamiento de la zona.
Según Bratton, en aquella época “los tribunales, los fiscales de distrito y la policía estaban bastante unidos para hacer algo contra el crimen en Times Square”.
De acuerdo con el ex funcionario, en la actualidad hay procuradores que no desean “lidiar” con la desorganización social ni con la delincuencia.
“Hasta que no consigamos una mejor colaboración entre varios elementos del gobierno, no veremos que (la situación) mejore dramáticamente”, advirtió el ex oficial.
Bratton señaló, de manera especial, a Alvin Bragg, fiscal del distrito de Manhattan quien, según el ex comisionado, es en extremo suave con el crimen.
Bragg acaparó titulares a comienzos de año, cuando formuló acusaciones contra el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
A decir del procurador, el magnate pagó una alta suma de dinero a Stormy Daniels, una ex actriz del cine para adultos.
Aquel soborno, asegura el fiscal, evitó un escándalo electoral que pudo haber perjudicado a Trump en los comicios presidenciales de 2016.