La Cámara de Representantes de Estados Unidos expulsó este viernes en el tercer intento al polémico legislador republicano George Santos, que había construido su carrera política a base de mentiras y presuntos delitos.
El Político
El congresista fue expulsado con 311 votos a favor y 114 en contra, con gran parte de sus colegas republicanos uniéndose a los demócratas para lograr los dos tercios necesarios que forzaron su salida del Congreso.
A medida que se hacía claro que los votos para su expulsión serían suficientes, se despidió de sus pocos aliados estrechando manos y abandonó el hemiciclo antes de que se anunciara el resultado final.
Su puesto, en representación de un acomodado distrito de Long Island (Nueva York), queda ahora vacante a la espera de que se convoquen elecciones.
La de Santos es la sexta expulsión de un legislador en los 230 años de historia del Congreso estadounidense, por lo que se trata de una medida excepcional que en el caso de Santos no tiene precedentes.
Las tres primeras expulsiones, en 1861, fueron a secesionistas de la Confederación, mientras que las otras dos, en 1981 y 2002, a congresistas condenados por delitos de corrupción.
Delitos y falta de ética de Santos
El congresista no tiene ninguna condena por delitos. Sin embargo, está imputado de 13 cargos de fraude, lavado de activos y robo de fondos públicos. Santos cobró ilegalmente 24.000 dólares del fondo de desempleo entre otros.
También está señalado por un informe interno del Comité de Ética de la Cámara de Representantes, controlado por sus colegas republicanos, de haberse embolsado más de 200.000 dólares de sus fondos de campaña para fines personales.
Entre los gastos en los que el legislador habría incurrido con ese dinero hay compras en Hermès, Ferragamo o Sephora. También una suscripción en la página de contenido para adultos OnlyFans o viajes varios. Por otro lado, incurrió en pagos a sus tarjetas de crédito.
Pero más allá de sus presuntos delitos y faltas éticas, lo que ha hecho realmente al legislador famoso durante los 11 meses que ha sido congresista, han sido los recurrentes escándalos normalmente relacionados con sus mentiras.
También mintió cuando explicó que sus abuelos habían huido del Holocausto, cuando aseguró que su madre había sobrevivido a los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York o cuando dijo ser judío.