La Universidad de Harvard, conocida por sus laureados logros académicos, se convirtió en el epicentro de una controversia el jueves pasado durante su ceremonia de graduación.
El Político
El discurso pronunciado por Shruthi Kumar, una estudiante de último año, se apartó drásticamente del guion predeterminado, revelando una crítica feroz hacia la institución por su manejo de las protestas estudiantiles. En un acto de desafío, Kumar sacó comentarios improvisados de su manga, cuestionando públicamente las decisiones administrativas que resultaron en la exclusión de 13 estudiantes activistas de la ceremonia de graduación.
Bajo el título provocativo de "El poder de no saber", Kumar aprovechó su momento en el podio para expresar su desaprobación por las sanciones impuestas a sus compañeros de clase.
Su discurso, impregnado de un tono propagandístico, acusó a la universidad de intolerancia hacia la libertad de expresión y la disidencia civil. Al dirigirse directamente a Harvard con la pregunta retórica: "¿Nos oyes?", Kumar provocó una ovación de pie de la multitud, incluidos algunos profesores presentes.
La crítica de Kumar no se limitó al ámbito interno de la universidad, sino que se extendió a la arena internacional, abordando la situación en Gaza y sus propias experiencias personales de doxxing debido a sus opiniones. Este enfoque amplio, aunque impactante, refleja una táctica discursiva imprudente al desviar la atención de la ocasión de graduación hacia cuestiones políticas y controversias globales.
Propagan propalestina en una acto ceremonial
La confrontación pública de Kumar marcó el clímax de una serie de protestas que rodearon la ceremonia de graduación de Harvard, desencadenadas por la negativa de la administración a permitir que los estudiantes involucrados en las protestas propalestinas participaran plenamente en el evento.
Si bien la libertad de expresión y el activismo estudiantil son valores fundamentales en un entorno académico, la imprudencia de abordar estas preocupaciones de manera tan directa y confrontacional durante una celebración de graduación plantea preguntas sobre los límites del discurso apropiado en dicho contexto.
La respuesta de la universidad y la reacción de la audiencia reflejan la división de opiniones en torno a este incidente. Mientras que algunos apoyaron fervientemente la valentía de Kumar al hablar en contra de la institución, otros cuestionaron la adecuación de su discurso en un evento diseñado para celebrar los logros académicos de los estudiantes
. La presencia de manifestantes y contramanifestantes fuera del recinto de la ceremonia subrayó la polarización de la comunidad universitaria sobre estas cuestiones espinosas.
Es crucial reconocer el trasfondo personal y profesional de Kumar para comprender plenamente su discurso. Si bien se la había presentado como una estudiante enfocada en el cambio personal y la adaptación, su incursión en el activismo político durante el evento de graduación señala un cambio repentino en sus prioridades discursivas. Este contraste entre su mensaje previo y su intervención pública subraya la complejidad de su posición y las tensiones inherentes entre lo personal y lo político.
En última instancia, el discurso de Shruthi Kumar en la ceremonia de graduación de Harvard plantea preguntas difíciles sobre la relación entre la libertad de expresión, la responsabilidad pública y el entorno apropiado para la expresión de opiniones políticas. Si bien su intervención fue sin duda audaz y provocativa, también suscitó críticas legítimas sobre su idoneidad y el impacto en la atmósfera de celebración de la ocasión. Este incidente seguramente será objeto de debates continuos dentro y fuera de los muros de Harvard, sirviendo como un recordatorio de las complejidades de la libertad de expresión en un mundo cada vez más polarizado.