En un asombroso alarde de hipocresía, el Partido Demócrata está construyendo un muro impenetrable alrededor de su convención en Chicago y exigiendo el carnet de identificación a todos los que entren en el recinto. Esto viene del mismo partido que tacha los muros de racistas e insiste en que exigir el carnet de identificación es discriminatorio.
Mientras tanto, todas las citas para vasectomías gratuitas para hombres demócratas en la convención ya se han llenado, en lo que parece ser un intento de llevar su dedicación al control de la población a un nivel completamente nuevo.
Por Amuse – Traducción El Político
Muros y carnet de identificación para unos, pero no para otros
Durante años, los demócratas han vilipendiado a cualquiera que se atreviera a sugerir que Estados Unidos necesita fronteras seguras. Han llegado a calificar la construcción de un muro fronterizo como un acto de racismo.
Sin embargo, cuando se trata de proteger a los suyos, de repente los muros son una necesidad.
El mensaje es claro: muros para unos, pero no para otros.Y hablemos del requisito de identificación. Ya lo hemos oído todo de la izquierda: exigir el carnet de identificación es discriminatorio, priva de derechos a los votantes, es racista.
Sin embargo, cuando se trata de su convención, el carnet de identificación se convierte de repente en algo esencial. Si los demócratas realmente creen que exigir el carnet de identificación es opresivo, ¿por qué se apresuran tanto a imponerlo cuando su propia seguridad está en juego? La ironía es asombrosa.
Control de población y doble rasero
Toda esta situación apesta a hipocresía. Es un caso clásico de «reglas para ti, pero no para mí». Cuando se trata de proteger sus propios intereses, los demócratas están más que dispuestos a tirar sus supuestos principios por la ventana.
Ya sea construyendo muros, exigiendo el carnet de identificación o promoviendo el control de la población, harán lo que haga falta para mantener su poder.El doble rasero que se exhibe aquí es demasiado evidente como para ignorarlo.
El Partido Demócrata ha revelado, una vez más, que su verdadero objetivo no es la justicia o la igualdad, sino el control. El control de las fronteras cuando les conviene, el control del proceso de votación cuando les beneficia, y el control de la población a través de cualquier medio necesario.
Hora de denunciar la hipocresía
Mientras vemos cómo se desarrollan los acontecimientos en la convención demócrata, se nos recuerda una vez más que la hipocresía de la izquierda no tiene límites. Predican una cosa y practican otra, todo en nombre del poder. Y se espera que el pueblo estadounidense se siente y lo acepte.Pero no lo haremos.
Es hora de denunciar esta hipocresía por lo que es. Los demócratas no pueden tener las dos cosas. Si van a construir muros y exigir identificaciones en su convención, deberían rendir cuentas por las mismas acciones que han demonizado en otros.
El pueblo estadounidense merece líderes que defiendan sus principios, no que los tergiversen a su conveniencia.Así que, mientras los demócratas se reúnen detrás de sus muros y controlan los documentos de identidad en la puerta, recordemos lo que esto dice sobre sus verdaderos valores.
No se trata de equidad o justicia, sino de control. Y eso es algo que debería preocupar a todos los estadounidenses.