Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania han lanzado un ultimátum a Irán para que logre un acuerdo nuclear antes de agosto. De no alcanzarse un pacto, las potencias occidentales anunciaron la posibilidad de reactivar automáticamente las sanciones internacionales previas gracias al mecanismo de “snapback”, una cláusula incluida en el acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA) precisamente para responder a violaciones por parte de Teherán.
El mecanismo de snapback permite que cualquiera de los firmantes del acuerdo —EE.UU., Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China— solicite la restauración de todas las sanciones suspendidas si considera que Irán no cumple sus compromisos nucleares. Este procedimiento sólo puede aplicarse hasta el 18 de octubre de 2025, fecha en la que expira la vigencia original del pacto alcanzado hace una década.
En respuesta, Irán ha advertido que restablecer las sanciones sería “el mayor error” de los europeos y sostiene que la negociación es el único camino para resolver las diferencias sobre su programa nuclear. Funcionarios iraníes también han amenazado con represalias si el Consejo de Seguridad de la ONU decide imponer sanciones bajo este mecanismo.
El pulso diplomático se produce en un contexto de creciente tensión, mientras que los países europeos consideran el snapback una herramienta legítima ante los incumplimientos de Irán, quien ha acelerado su programa nuclear en los últimos años al margen de los límites fijados en el acuerdo original.