El Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) entregó 20 toneladas de comida en el centro de Jeremie, una de las ciudades más castigadas por el huracán Matthew a su paso por el suroeste de Haití, operación que contó con el respaldo de la Minustah y la Policía Nacional.
El reparto se produce en un momento en el que la población comenzaba a desesperarse por la falta de ayuda, por lo que era imprescindible que los cascos azules escoltaran la carga para garantizar que llegara a manos de los necesitados y prevenir cualquier tumulto de la población para hacerse con la ayuda.
En los días previos a la distribución de arroz, aceite, judías y sal, se hizo una evaluación de la situación en distintas zonas de la ciudad, explicó en declaraciones a Efe el mayor del Ejército de Brasil Carlos Guimoraes Moraes, responsable de coordinar la acción militar y civil en Jeremie.
Asimismo, para garantizar el éxito de la acción humanitaria y evitar saqueos, se estableció contacto con los líderes de diversas comunidades para que transmitieran a los vecinos la importancia de mantener la calma y cooperar cuando se produjera la entrega de la ayuda, una vez determinado el extracto de población al que se destinaría este cargamento de alimentos básicos.
Mientras, en la base de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah) ubicada en las inmediaciones del lugar de aterrizaje y despegue de aeronaves, se acumulaban los cargamentos enviados por diferentes países para colaborar en la gestión de esta crisis humanitaria, hasta coordinar el operativo para la entrega de hoy.
En esos días, la Minustah también ha aprovechado para ir entregando alimentos a las comunidades cercanas a su base, con el propósito de que el hambre no llevara a la población a asaltar las instalaciones, apuntó Moraes.
Cientos de familias se han beneficiado de la entrega realizada en siete puntos de la ciudad, en una acción que ha transcurrido de manera ordenada, bajo la expectante mirada de los vecinos, que no podían ocultar algo de agitación ante la llegada del convoy.
Al llegar a los puntos de reparto, uno de los vehículos de la Minustah emitía por los altavoces acoplados a su estructura, un mensaje donde se instaba a la tranquilidad durante el proceso y se agradecía la colaboración de los ciudadanos.
Esta distribución permite apaciguar algo los ánimos entre los habitantes de esa ciudad que, ocho días después de que Matthew la arrasara dejando a decenas de miles de damnificados, estaba desesperada a causa de la falta de agua y comida.
El ambiente generado por las privaciones era de gran tensión, hasta el punto de que este martes fue apedreado un convoy de vehículos de la WFP y la Minustah, resultando herido en un brazo uno de los soldados, informaron a Efe fuentes del operativo.
La difícil labor de coordinación con las entidades locales ha ido retrasando la entrega de la ayuda, circunstancia que iba haciendo cada vez más peligrosa la actuación en favor de los damnificados, cuya reacción parecía imprevisible.
Este es solo un paso en la tarea de distribuir alimentos en la zona, donde otras comunidades de la costa, así como del interior, permanecen a la espera de víveres y medicinas.
Está previsto que en las próximas horas lleguen a esta zona suroeste nuevos contingentes de distintas organizaciones internacionales, incluido un avión con ayuda española que hoy aterrizó en Puerto Príncipe.
Las últimas cifras provisionales divulgadas este martes por Protección Civil establecen que Matthew causó la muerte a 473 personas, produjo heridas a 339, 75 desaparecidos y obligó el desplazamiento de 175.000 personas alojadas en 224 refugios, aunque otras fuentes de autoridades locales elevan al cifra de muertos a 800.
Con información de: EFE