El dos veces candidato a la presidencia de Chile Marco Enríquez-Ominami fue imputado este miércoles formalmente por delitos tributarios cometidos en el marco de sus campañas políticas, informaron fuentes judiciales.
Enríquez-Ominami quedó con arraigo nacional (prohibición de abandonar el país) y firma quincenal en el tribunal, lo mismo que Cristián Warner, su jefe de campaña, por el tiempo que dure la investigación, según determinó el VIII Juzgado de Garantía de Santiago.
Ambos fueron formalizados por la emisión y facilitación de 36 facturas ideológicamente falsas a la empresa SQM Salar, una filial de la minera no metálica SQM, entre los años 2012 y 2015, por un monto total de 391.200.000 pesos (unos 592.000 dólares).
SQM, controlada por Julio Ponce Lerou, un exyerno de Augusto Pinochet, aparece vinculada con numerosos casos de financiación ilegal de campañas políticas, con pagos simulados como honorarios por servicios ficticios justificados con boletas o facturas falsas, que la empresa usaba posteriormente para rebajar impuestos.
En el caso de Enríquez-Ominami, las facturas falsas ocasionaron al fisco un perjuicio de 130.262.040 pesos (unos 197.000 dólares), según sostuvo en la audiencia de este miércoles el fiscal del caso, Pablo Gómez.
"Hubo contratos simulados y los servicios fueron inexistentes", afirmó el fiscal, que sostuvo además que los pagos de SQM Salar se concretaron con el "pleno y absoluto conocimiento" de Enríquez-Ominami a través de una empresa perteneciente a Cristián Warner.
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Los recursos obtenidos fueron destinados a financiar el proyecto político de Marco Enríquez-Ominami, dijo el fiscal Gómez, que ha sido acusado por el político de ser "un operador político" de la derecha, ya que su esposa fue ministra de Justicia en el Gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014).
Contrariamente a lo que había anunciado su defensa antes de la audiencia, Enríquez Ominami no se opuso a las medidas cautelares que le impuso el tribunal, pues según dijo en la audiencia su abogado, Juan Carlos Manríquez, su objetivo es "ir a un juicio oral rápido", en resguardo de sus derechos políticos "y en consideración a la próxima elección presidencial".
"Para nadie es un misterio que mi cliente es candidato presidencial", señaló en letrado, en alusión a los anuncios de Enriquez-Ominami de competir nuevamente en las presidenciales de noviembre de 2017.
Antes de la audiencia, el también fundador del Partido Progresista (PRO), dijo a los periodistas: "Me presento con la frente en alto. Con la convicción de que he actuado en base a lo que creo, respetando mis principios".
"Confío en la Justicia. Espero ansioso poder defenderme ante el tribunal competente y confío en que el juez oirá nuestra petición de que se conozca pronto la verdad para establecer la verdad", añadió.
Enríquez-Ominami irrumpió en la política al obtener un 20,13 % de los votos en las elecciones presidenciales de 2009, aunque en las de 2013 su votación bajó al 10,98 %.
Hijo biológico de Miguel Enríquez, líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que murió en combate contra las fuerzas represivas de Pinochet, Marco Enríquez-Ominami ha recibido fuertes reproches éticos desde la izquierda por haber recibido dinero de un exyerno del dictador.
Con información de EFE