La Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) ha optado por renunciar a la presencia de la canciller alemana, Angela Merkel, a su próximo congreso para evitarle "el espectáculo" de tener que aparentar armonía tras meses de disenso entre las filas conservadoras por la política de refugiados.
El primer ministro de Baviera, Horst Seehofer, dio esta explicación a la cúpula de la CSU, hermanada con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, después de que el fin de semana trascendiera a los medios que la canciller no acudirá a esa cita.
La ausencia de la canciller al congreso anual, que se abrirá el próximo viernes en Múnich, ha sido decidida de común acuerdo y rompe una tradición practicada desde hace décadas, por encima de los anteriores disensos puntuales entre ambas formaciones.
No se trata ahora de "aparentar armonía", visto que persiste el desacuerdo con la línea de la canciller, apuntó Seehofer ante sus correligionarios, según recogen medios alemanes de fuentes internas.
En el congreso del año pasado, la canciller se vio ante la compleja situación de tener que aguantar, de pie y con gesto adusto, un chaparrón de críticas de Seehofer ante los delegados de la CSU.
La CSU exige que se imponga un límite a la acogida de refugiados -200.000 por año-, mientras que Merkel rechaza establecer un tope, aunque coincide con Seehofer en la necesidad de reducir ese flujo.
Entre principios de 2015 y los primeros meses de este 2016 Alemania recibió más de un millón de refugiados, en su mayoría de los cuales ingresaron a través de Baviera.
En los últimos meses se ha registrado una clara reducción de estos contingentes, pero para la CSU ello no es suficiente e insiste en imponer un límite, de acuerdo al modelo implantado en Austria.
La acogida de refugiados ha abierto una profunda grieta entre la CDU y la CSU, que incluso ha dejado abierta la posibilidad de no respaldar una nueva candidatura de Merkel, en el caso de que la canciller opte a su reelección en las generales de 2017.
La líder conservadora hasta ahora no ha definido si luchará por lo que sería su cuarto mandato, lo que puede depender de si tiene o no el apoyo de la CSU.
La CDU y la CSU forman un grupo parlamentario común en el Parlamento federal (Bundestag) desde 1949 y desde hace décadas consensúan un candidato común a los comicios generales.
Para resolver sus actuales disensos, ambos partidos han celebrado una serie de conferencias quincenales conjuntas, la última de la cuales tendrá lugar el próximo lunes, 7 de noviembre.
En paralelo, Seehofer y Merkel han mantenido sucesivos encuentros bilaterales, sin que hasta ahora se haya producido una distensión.
El próximo fin de semana ambos líderes conservadores se reunirán de nuevo, en este caso junto a su homólogo socialdemócrata, vicecanciller y ministro de Economía, Sigmar Gabriel, para abordar la búsqueda de un sucesor al presidente del país, Joachim Gauck.
La Asamblea Federal -integrada por los diputados del Bundestag y representantes de los "Länder"- elegirá el próximo febrero al próximo presidente, tras renunciar Gauck a intentar su reelección.
En medios alemanes se ha barajado la posibilidad de que la gran coalición consensúe un candidato común para evitar competir entre sí y concentrarse en las generales, para las que hasta ahora ninguna de las tres formaciones ha definido quién será su candidato.
Con información de EFE