El presidente Enrique Peña Nieto y la ONG Ciudadanos por Causa en Común coincidieron hoy en que México enfrenta desafíos por la ola de violencia que vive el país, si bien difirieron sustancialmente sobre las causas y consecuencias de este fenómeno.
De enero a septiembre de este año se registraron más de 29.000 homicidios en el país, y 16.747 de estos fueron asesinatos, una cifra que ha ido aumentando mes a mes y que, de seguir en esta senda, convertirá 2016 en el año más violento desde la llegada al poder de Peña Nieto a fines de 2012.
"Vivimos una emergencia desde hace décadas y ningún gobierno ha logrado definir crear ni consolidar una política pública de seguridad que sea transexenal y de Estado", remarcó la presidente de Ciudadanos por una Causa en Común, María Elena Morera.
En la apertura del V Foro Nacional Sumemos Causas por la seguridad: Ciudadanos + Policías, con Enrique Peña Nieto como principal invitado, Morera aludió a una "inseguridad definida por grandes niveles de violencia" y una "descomposición crónica de las instituciones de seguridad y justicia".
Morera citó cifras de una reciente encuesta oficial, según la cual 7 de cada 10 mexicanos dicen sentirse inseguros en su ciudad.
"La violencia no se focaliza, se extiende", le dijo al presidente, pues en 22 de los 32 estados del país ha crecido en el último año, y en algunos se ha disparado, entre ellos Colima y Michoacán, en el oeste, Veracruz (este) o Nuevo León (norte).
"Septiembre fue el mes con más homicidios de los últimos 24 meses", lo que lleva al país a acercarse a "los peores niveles de homicidios" del mandato de Felipe Calderón (2006-2012).
No obstante, para Peña Nieto la radiografía que hizo Morera -una experta en lanzar "dardos muy duros"- no se ajusta del todo a la realidad.
En primer lugar, si bien reconoció que en 2016 hubo un "repunte" de la violencia, dijo que ya lo están tratando de revertir "con coordinación y esfuerzos muy específicos".
Utilizó, como en otras ocasiones, la tasa de homicidios para defender que en su mandato hay menos muertos que en los anteriores.
Si en 2012, cuando Peña Nieto llegó al poder, se ubicaba en 23 muertos por cada 100.000 habitantes, en 2015 la tasa se situó en 17 por 100.000 habitantes, un dato que "seguramente" se mantendrá en 2016, aseguró.
Al contrario de Morera, recordó que 42 % de los delitos cometidos se produjeron en 50 localidades distintas, donde ya se está trabajando con un programa especial.
"Por supuesto, no estamos satisfechos", aseveró Peña Nieto, y reconoció que hay todavía "mucho trabajo por hacer", enfatizando en la necesidad de profesionalizar y coordinar las autoridades.
Para la presidenta de Causa en Común, esta situación ha provocado el hartazgo de la ciudadanía, que lleva a que en ocasiones se tome "la justicia por su propia mano", como es el reciente caso de un hombre que mató a cuatro asaltantes de autobuses en el Estado de México.
Además, se estigmatiza al cuerpo policial, y esto tiene razón de ser en que es "intrínsicamente corrupto".
A esto, el gobernante respondió que se está dando un proceso de profesionalización con más de 300.000 policías que han recibido apoyo y capacitación.
"Hemos trabajado en apoyar los esfuerzos locales para mejorar las condiciones de seguridad", y se impulsó la creación de centros regionales de control, apuntó.
Pero para Morera, "el desastre institucional no termina aquí, continúa con procuradurías, sistemas de justicia y sistemas penitenciarios".
Al respecto, Peña nieto dijo que los problemas del sistema carcelario se dan en los penales estatales, no federales, donde actualmente no hay sobrepoblación.
Morera resaltó que el 40 % de la gente en reclusión no ha sido sentenciada todavía, y que el Consejo Nacional de Seguridad practica el "inmovilismo" y "delega responsabilidades", en un ejercicio "perverso" de autoridad.
En este punto, sobre el nuevo sistema de justicia penal acusatorio, el presidente pidió algo de tiempo y dijo que solo lleva "tres meses" en vigor, admitiendo que espera terminar así con los numerosos casos de gente en prisión preventiva en el país.
En este tira y afloja, las palabras iniciales del embajador del Reino Unido en México, Duncan Taylor, y su homóloga de Estados Unidos, Roberta Jacobson, quedaron en un segundo plano, si bien ambos resaltaron la estrecha colaboración entre naciones para fortalecer el estado de derecho y los cuerpos policiales.
"Nuestra prosperidad conjunta depende de que logremos garantizar la seguridad colectiva en la región de América del Norte, y por ello, EE.UU. brinda todo su apoyo a México en esta transición y proceso de consolidación", concluyó Jacobson.
Con información de: EFE