Durante 90 minutos el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, han hablado este lunes de una manera franca y cordial de lo mucho que ahora separa a sus organizaciones. No ha habido conclusiones, además de constatar las discrepancias, por lo que ambos han decidido crear una comisión que discuta, en un plazo máximo de dos meses, cómo quedará el vínculo entre estas dos fuerzas después de 38 años de regirse por un protocolo solo roto en tres ocasiones.
La decisión del PSC de no acatar la decisión del comité federal del PSOE de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy ha sido la que ha llevado al conflicto. Además, la definición de Cataluña como una nación y de España como nación de naciones ha sido y es otro de los acicates del PSOE para denunciar el actual protocolo de actuación. La relación deberá ser más equilibrada y eso significa, según el PSOE, que el PSC no debe estar en los órganos de dirección del PSOE ni sus militantes votar a los dirigentes del PSOE, ya que no hay reciprocidad al respecto.
"La relación entre el PSOE y el PSC es la que es y es así desde 1978. Es una relación en la que se establece la presencia del PSC en los órganos del PSOE y no al revés. Esa es la relación y ha funcionado razonablemente bien", ha dicho Iceta en una comparecencia de prensa tras el encuentro. La postura de la gestora, sin embargo, es que la marca del PSOE en Cataluña es el PSC y, por tanto, las decisiones tienen que ser compartidas. El PSOE quiere un nuevo marco político "equilibrado y simétrico".
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Los dos dirigentes se han esforzado en resaltar el interés y deseo de ambos de mantenerse unidos, aunque el presidente de la gestora, a pesar de la prudencia que ha querido exhibir, no ha ocultado los motivos de sus discrepancias. Para Fernández, la Declaración de Granada es "un punto de llegada" sobre la reforma federal de España, en tanto que para Iceta es "un punto de partida". El presidente de la gestora ha defendido que "cualquier cosa que rebase Granada estará superando los límites" que los socialistas se fijaron.
Nada han prejuzgado sobre cuál será el resultado del trabajo de esta comisión. Desde el PSC, antes de esta reunión, no querían creer que el vínculo entre ambos partidos pueda decidirlo una comisión gestora o dirección interina del PSOE. En el caso del PSC los cambios que se produzcan tendrán que debatirse y aprobarse en un congreso. No hay respuesta oficial desde la gestora, pero oficiosamente se considera que no hace falta un congreso para aprobar un nuevo protocolo de las relaciones, sino que un comité federal puede hacerlo.
La comisión, ha explicado Iceta, estará conformada por "tres o cuatro" representantes de cada formación. "No hemos precisado mecanismos concretos porque nos ha parecido mejor que los compañeros puedan trabajarlos", ha añadido el líder de los socialistas catalanes.
El PSC decidió no acatar la decisión del comité federal del PSOE, del pasado 23 de octubre, sobre la abstención, a pesar de que los socialistas catalanes forman parte del máximo órgano entre congresos. El consejo nacional del PSC ratificó su no a Rajoy y esa fue la postura que siguieron los siete diputados catalanes. "Eso es lo que ha generado este problema de carácter organizativo", ha remachado Fernández, que ha defendido que el PSC sabía que su decisión tendría consecuencias. "Se trata de no respetar las decisiones democráticas de un órgano en el que se participa y eso no es ni bueno ni malo ni regular, es antidemocrático", ha dicho Fernández.
Con información de El País