La compañía ferroviaria española Renfe anunciará este martes el fabricante ganador de un gran pedido de hasta 30 trenes de alta velocidad, valorado en 2.642 millones de euros, que se elegirá entre cuatro candidatos: los españoles CAF y Talgo, el francés Alstom y el alemán Siemens.
Se trata de la primera compra de trenes por parte de Renfe desde 2005, fruto de un análisis de la demanda prevista en la próxima década -en la que el número de viajeros podría duplicarse-, de la actual flota de Renfe y de sus necesidades reales.
Renfe, que en 2020 perderá su monopolio por la liberalización de los servicios comerciales de transporte ferroviario de viajeros, quiere un tren que se adecúe a sus futuras necesidades.
La licitación prevé la fabricación de hasta 30 trenes de alta velocidad de ancho internacional de gran capacidad (como mínimo de 400 plazas) y que alcancen una velocidad de 320 kilómetros por hora y su mantenimiento integral durante 30 años, con opción a 10 más.
A la convocatoria acudió, aparte de los cuatro fabricantes mencionados, Bombardier, que luego fue descalificado de la puja, al no cumplir su oferta técnica todas las condiciones del pliego.
Posteriormente, Bombardier presentó un recurso ante la Audiencia Nacional que ha sido admitido a trámite.
Pese a esos obstáculos, a los se han sumado diez meses de interinidad del Gobierno español, Renfe procederá finalmente a la apertura pública de los sobres con las ofertas económicas el próximo martes.
La lectura de las ofertas económicas es el paso previo a la adjudicación del concurso en un próximo consejo de administración de la operadora publica.
Durante el acto público, la Mesa de Apertura de Renfe Viajeros dará lectura a la puntuación técnica de cada oferta y abrirá los sobres económicos, procediendo a su lectura.
Tras el acto, se analizarán las ofertas, para asegurar que no existen errores y que cumplen las exigencias reflejadas en el pliego de condiciones del concurso, y después se elaborará la propuesta de adjudicación, que Renfe Viajeros elevará a un próximo consejo de administración de la compañía, aún pendiente de convocar.
Con esta licitación, Renfe busca avanzar hacia la transformación tecnológica y digital de su flota y de los servicios que ofrece a sus clientes.
Los nuevos trenes deben permitir una mayor eficacia en costes y una mejor productividad en su explotación para ofrecer servicios a los precios más competitivos.
La operadora se reservará la actividad de mantenimiento de segundo nivel y de componentes para el grupo Renfe, lo que supondrá 1,2 millones de horas de carga de trabajo para sus talleres.
Con información de EFE