El español Banco Popular, con presencia en México y Estados Unidos, sustituirá a su actual presidente, Ángel Ron, por Emilio Saracho, después de la pérdida de confianza de algunos de los principales accionistas, entre ellos, la familia mexicana Del Valle.
La entidad comunicó hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) -el regulador bursátil español- la convocatoria de una reunión extraordinaria del Consejo de Administración para el cambio en la presidencia, con lo que abrirá un proceso que concluirá en el primer trimestre de 2017.
La propuesta se produce después de muchos rumores, que apuntaban al descontento de algunos consejeros, como la familia mexicana Del Valle o la consejera independiente Reyes Calderón, con la gestión de Ron, y con la pérdida de valor en Bolsa de la entidad, entre otras razones.
El Popular, históricamente una de las entidades más rentables y eficientes de España, con una gestión caracterizada por la prudencia, cambió de estrategia cuando Ros asumió definitivamente las riendas del banco en 2006.
Al año siguiente, poco antes del estallido de las hipotecas "subprime", el Popular dio el salto a Estados Unidos con la compra de Totalbank en Florida y en plena crisis económica se atrevió a absorber en España al Banco Pastor, sin necesidad de ayudas públicas.
En una entrevista con Efe, Ángel Ron, desveló que Banco Popular pretendía sentar las bases para que el 30 % de su beneficio procediera del exterior en 2018.
Con ese objetivo el grupo optó por dar el salto a Latinoamérica y empezó por México con la compra del Bx+, lo que llevó aparejada una ampliación de capital para hacer asumible la adquisición.
Esa operación incluyó una alianza con la familia del magnate Antonio del Valle y otros empresarios de ese país, que se convirtieron en uno de los principales accionistas del banco español.
Pese a la recuperación económica de España, los bajos tipos de interés y la fuerte exposición al ladrillo lastraron las cuentas del Popular, que sopesó la posibilidad de fusionarse con otros bancos, aunque las negociaciones no fructificaron.
Para fortalecer su balance, el banco planteó una macroampliación de capital de 2.500 millones de euros, lo que le ha hecho perder más del 65 % de su valor en bolsa en lo que va de año, y planteó un recorte del 20 % de su plantilla en España.
En los últimos días, el nombre de Saracho, hasta ahora vicepresidente de JP Morgan, ya estaba en todas las quinielas y parecía el candidato más probable.
Emilio Saracho, de 61 años, se incorporó a JP Morgan en 1998 procedente del Banco Santander, y fue nombrado director de banca corporativa y de inversión para Europa.
Con información de EFE