La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos reiteró hoy su preocupación por el aumento de la violencia en contra de líderes sociales y defensores de derechos humanos en zonas rurales del país.
En Colombia han asesinado 52 líderes sociales y defensores de derechos humanos, así como se han efectuado 35 atentados contra estas personas en 2016, explicó la Oficina en un comunicado.
Asimismo, manifestó que está analizando otros cinco casos de homicidios a través de un mecanismo establecido con la Fiscalía.
Según los datos recopilados por la Oficina, el 75 % de las víctimas "desarrollaban su actividad en ámbitos rurales", los métodos utilizados "manifiestan mayor grado de sofisticación para encubrir a los autores intelectuales" y los departamentos más afectados fueron Cauca y Valle del Cauca, en el suroeste; Antioquia (noroeste) y Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
De igual manera, informó que desde que se firmó el primer acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, el pasado 26 de septiembre, han ocurrido 13 de los 57 homicidios, de los cuales siete sucedieron en zonas rurales de Meta (centro), Caquetá (sur) y Nariño (suroeste), donde "las FARC tenían presencia histórica y están retirándose".
En ese sentido, señaló que el vacío dejado por la guerrilla en esas zonas se profundizó "ante la ausencia integral del Estado", así como por las "pocas alternativas económicas para la supervivencia de las personas", lo que ha provocado "la existencia de economías ilegales, como cultivos ilícitos y minería ilegal".
Por ello, la Oficina afirmó que "ciertos actores" ven a los defensores de derechos humanos como obstáculos para lograr "sus intereses económicos y políticos".
Teniendo en cuenta lo anterior, el organismo convocó al Estado para que "haga presencia integral en las áreas rurales" y urgió a las entidades gubernamentales a implementar políticas que garanticen la vida de los defensores de derechos humanos.
Con información de EFE